6 Firmas y mujeres

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Esa noche intenté no pensar en el extraño comportamiento de Shigure. Sin embargo, por más que intentaba quitarlo de mi mente más pensaba en él. Lo extraño era que él era el primero en actuar como si nada hubiera ocurrido.

-Esta semana tengo una reunión muy importante con otros novelistas, además tengo sesión de firmar autógrafos en el edificio Noken.

-¡Oh! ¿Qué libro vas a presentar?

-"La flor prohibida". La acabé recientemente. ¿Quieres leerla?_ me pasó el libro.

Le eché una ojeada por encima.

-Shigure, esto...

-Sumire-chan, esperaba que vinieses conmigo como mi ayudante a la firma.

Miré de nuevo el libro.

-Sí, ¿por qué no?.

La sesión de firmas era en cuatro días durante los que no paré de leer en solitario, hasta que concluí la novela entre lágrimas dándome un baño caliente. Como el título decía se trataba de un amor prohibido entre un hombre que no podía amar a ninguna mujer a causa de los lazos con su familia. En resumen el hombre no era libre.

Conforme pasaba las páginas me daba cuenta de aspectos que podía relacional directamente con la vida de los Sohma. ¿Sería una especie de autobiografía amorosa de Shigure?.

...

El anunciado día llegó. Shigure bajó por las escaleras vestido con su traje negro y corbata azul oscuro, con el pelo lleno de gomina.

-¡Qué elegante!_ dijo Tohru.

-¿Hoy es el día de los autógrafos?_ preguntó Yuki.

-Así, es. Espero que vengan muchas jovencitas._ sonrió.

-¡Ya basta!_ le golpeé por la espalda con un maletín.

-¡Sumire-chan!_ se quejó.

-¡Vamos!_ le empujé hacia la salida sin dejar tiempo para que nadie hablase.

Una vez al lado del coche, me separé de él.

-¡Vaya!_ exclamó.

-¿Qué?._ dije incómoda.

Ese día me había vestido lo más elegante posible, parecía una ejecutiva o una abogada, con la chaqueta negra y falda a conjunto, con un par de zapatos de tacón considerable y unas medias finas.

-N-nada. ¿Podrías conducir tú?

Nos subimos al coche. Y fuimos al lugar acordado por la editorial, estaba lleno de gente esperando y novelistas que querían intercambiar opiniones con Shigure. Nos hicimos paso entre la multitud hasta llegar al atril donde Shigure tomo asiento, yo me quedé a su lado de pie viendo cómo firmaba todos los panfletos publicitarios de su nueva novelas, sonriendo sin parar. Más tarde varios novelistas, he de especificar que todas eran mujeres, se agruparon en torno a Shigure, apartándome de él.

-¡Shigure!

-No pasa nada Sumire-chan. Vamos a tener una reunión ahora así que tardaré en estar disponible.

La gente había ido marchándose del lugar, sólo quedábamos cuatro gatos, los ayudantes de aquellos novelistas que nos habían dejado allí tirados. Tras varias horas esperando alguna de las novelistas salía para irse y el ayudante le acompañaba hasta el coche. Cuando fui la última en quedarme allí habían pasado más de seis horas, estaba cansada y tenía los pies doloridos por los tacones. De pronto una voz me sobresaltó.

Shigure x oc (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora