SLENDER: EL ORIGEN

CAPÍTULO 9: AMANECER

Pasaban las horas de la noche con cierta normalidad, el tiempo atmosférico empezaba a calmarse y el nuevo dia en espera parecería tornarse en uno soleado, y así fue.

Amaneció y habiendo pasado solo 8 horas desde el comienzo del dia, el hermano de Thomas, David, se levanto alegremente de su cama, disfrutaba de la semana de vacaciones con alegría. Una vez que salió de su cuarto bajo las escaleras hasta dirigirse a la sala donde yacia dormido su hermano mayor.

La abuelita de ellos preparaba el desayuno y ya casi estaba listo, David terminando de alistar la mesa en donde comerían, fue a levantar a su hermano. No respondió al instante. Se encontraba profundamente dormido.

—Hermano, despierta—hablo David moviéndole el brazo—el desayuno esta listo.

Thomas abrió lentamente los ojos y respondio que ya iria, David entro entonces al comedor. Se levanto con fuertes dolores musculares, pero para su buena suerte aquel dolor de cabeza de anoche había desaparecido. Thomas se puso una casaca y avanzo hacia el comedor, saludo a su abuela besándola en el cachete y aprovecho para pedir disculpas.

—Hola abuelita, perdóname por haberte respondido asi...

La abuelita lo interrumpio al instante.

—No te preocupes hijo, entiendo que estas tensionado por esto de los estudios y por el triste accidente que paso tu padre, creeme que como abuelita de ambos entiendo por lo que pasan, pero ya...Olvidemos estos problemas, y desayunemos, es muy temprano para andar con malas vibras-dijo sonriendo a sus nietos.

Thomas abrazo a su abuelita, aquellas palabras le hicieron cambiar de expresión en el rostro, se decía así mismo que hoy empezaría un gran día «Quiero pensar que lo de anoche fue producto del estrés, esa maldita figura alargada no es más que producto de mi mente»

—Gracias abuelita, que inspiradoras palabras.

Todos rieron y empezaron a comer juntos sentados a la mesa.

En otra parte, en la casa de Renz, Serg y el amanecían después de la fiesta que habían tenido anoche. La casa había quedado hecha un desastre y ambos estaban echados en el suelo junto a botellas de licor. Renz fue el primero en levantarse y se maldijo por haber sido convencido por Serg de hacer una fiesta en ausencia de sus padres.

-Hey idiota, levántate—le dijo Renz a Serg.

Serg se levanto frotándose los ojos-que buena fiesta, chaval-dijo riéndose.

-Me ayudaras a limpiar todo esto.

-¿yo?-Serg se rio descaradamente-tu accediste a hacer la fiesta tío, es tu problema...yo ya tengo que irme, cumplí mi misión aquí.

-¿Qué misión?-respondió confundido y a la vez molesto Renz.

-No te incumbe, tal vez si, pero eso ya no importa- dijo Serg caminando hasta la puerta de la casa- Hasta el día de la fiesta amigo-salió de la casa, sin decir nada mas.

Renz lo miro enojado—¿Amigo? ¿Te debo considerar amigo? Hijo de puta—Renz se sentó en el sillón de su casa.

Vio desde ahí todo el desastre ocasionado y se lamento nuevamente por lo que había hecho, aunque sabia que lamentándose no conseguiría nada, por lo que se propuso arreglar todo eso al anochecer. Tomo su celular y la sorpresa que tuvo hizo que sus pupilas creciesen. Tenia 10 llamadas perdidas de Kate, su novia, no podía creerlo, así que desesperadamente marco su numero para llamarla. Lo intento varias veces y no había respuesta.

—Lo que faltaba-suspiro enojado y se dirigió a su cuarto, al ingresar vio cigarrillos de marihuana—He hecho una tremenda estupidez.

Volvió a llamar a Kate, pero el mismo resultado. Sin respuesta. Airado lanzo una botella de cerveza al suelo y se echo en su cama.

«No puedo hablar con ella en estas condiciones, tengo que ir en la noche»

Renz aun enojado trato de dormir, le esperaba una difícil situación con su novia.