Capítulo 5

87 3 0
                                    

De nuevo me levanté tarde, y ya Alex no estaba. Había acomodado un poco mi habitación, y me había dejado una pequeña carta en la mesa  del escritorio diciendo que le encantaba mi compañía y que la avisara si deseaba volver a verla. Justo al final me había dejado un número de teléfono.

Fue raro, pero esa noche, en mis sueños, sentí como alguien recogía mi cabello y dejaba un suave beso en mi mejilla, no sé si fue ella, o solo fue fruto de mi subconsciente, pero lo sentí tan real que aún se me eriza la piel al recordarlo.

_ ¿Hola?_ dijo Mariana entrando por la puerta.

_ ¡Conseguiste que te dejaran entrar!_ dije saltando a sus brazos.

_ Sí, solo a despedirme, y casi no me dejan porque me dijeron que esta mañana había dos personas durmiendo en tu habitación_ dijo levantando las cejas a modo de interrogante.

No sé por qué,pero me sonrojé al escucharla hablar, y la mirada inquisidora de mi amiga no ayudaba a que el calor de mis mejillas se redujera.

_ Era Alex.

_ Lo imaginé_ dijo agarrando mis manos_ Siempre pensé que si alguna vez salías del armario sería yo quien te sacara_ dijo divertida.

_ Tonta_ la golpeé en el hombro_ No pasó nada, no estoy fuera del armario, tan solo me sienta muy bien su compañía y ni siquiera me gusta así.

Por que no me gusta así ¿verdad? Nunca había pensado en esto de éste modo. Alex me parecía muy guapa y era muy linda conmigo. Es cierto que se sentía muy bien cuando ella me abrazaba y no quería que se fuera de mi lado pero eso no es amor, definitivamente.

_ Que pena que no tengamos más tiempo para hablar de ésto mejor_ dijo mi amiga interrumpiendo mi pensamiento.

_ ¿Ya te vas?

_ Ya debo irme, me dejaron solo unos segundos para que me despidiera.

Puse un gesto de resignación y mi amiga sonrió.

_ Quiero que salgas de aquí_ me dijo_ pronto, así que sigue así_ dijo acariciando mis mejillas_ Y si es una chica quien te hace sonreír y te da la fuerza para seguir adelante tienes mi bendición_ cerró los ojos sobre-actuando y puso su mano en mi frente.

Sé que lo dijo en serio, en parte, pero intenté restarle importancia riendo como si hubiese sido otra de sus gracias.

_ La verdad es que no quiero preocuparme ahora ni de novios, ni de novias, ni de ningún tipo de relación, eso solo hará que se me compliquen las cosas_dije dando una vuelta por mi habitación.

_ Libre como un pajarito_ argumentó mi amiga sonriendo.

_ Un pajarito enjaulado, que espera que pronto abran las puertas_ le sonreí.

_ Todo depende de"los sartenazos" que coma el pajarito_ dijo mi amiga con mirada acusadora.

_ Espero ser uno de los pajaritos que coman el sartenazo y no terminar cayendo dentro_alcé mi mano, reforzando la promesa.

_ Sé que lo harás_dijo abrazándome_ Espero volver a verte pronto.

_ Igual yo a ti_respondí a éste_Además, puede que la próxima vez vengan mis padres contigo.

_ ¿Cómo así?_dijo soltándome del abrazo y mirándome directo a los ojos con sus manos sosteniendo mis hombros.

_ Ayer Alex me prestó su móvil y les hablé, necesitaba hacerlo.

_ ¡Ay amiga! Siento que un día entero fue demasiado poco.

_ Qué va, todo pasó por la noche_ Reí.

Un maldito saco de huesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora