Nos adentramos al lugar. Pasillos. Llantos. Lamentos. Gritos. Esto es terrorífico.
Con cada paso que damos, apretó más fuerte la mano de Martin.
Entramos a una habitación. Había una camilla de ginecólogo, una cama y estampitas por todos lados.
La misma chica que trajimos, dijo que me saque la pollera. Hice lo que pidió sin titubear.
Entraron tres personas más a la pequeña habitación. Dos hombres y una mujer.
— Hola. Ven para acá, nena.
— ¿Él se puede quedar conmigo? — le digo al hombre de tez negra, mientras miro a Martín.
— Si. — Responde con desatando.
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Hasta siempre.
Short StoryCada uno elige su destino. Lo manosea, lo perfecciona, lo vive, lo arruina. Historia que narra desde adentro, lo que es vivir un aborto en Argentina. #670 en historia corta - septiembre 2017 #633 en ShortStory - mayo 2018