Después de ese día, todo se hizo más difícil que antes.
Los encuentros semanales con Martín, resultaron convertirse en nuestra nueva rutina.
Nos veíamos, para que me denigre. Para que descargue toda su ira verbal contra mi, y después nos matábamos a besos.
Y yo era feliz con esa pequeña demostración de amor.
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Hasta siempre.
Short StoryCada uno elige su destino. Lo manosea, lo perfecciona, lo vive, lo arruina. Historia que narra desde adentro, lo que es vivir un aborto en Argentina. #670 en historia corta - septiembre 2017 #633 en ShortStory - mayo 2018