Mi panza tiembla, y es por el hambre. Estiro el brazo y alcanzo el celular que descansa en la mesita de luz.
Son las tres de la tarde, y por lo que recuerdo, queda un poco más para que Martín vuelva del trabajo.
Ya sin dolores, salgo de la cama.
El olor a días sin limpiar mi casa llega a mis fosas nasales.
Me levanto activa y con ganas de hacer muchas cosas.
Este es mi nuevo comienzo.
ESTÁS LEYENDO
Hasta siempre.
Cerita PendekCada uno elige su destino. Lo manosea, lo perfecciona, lo vive, lo arruina. Historia que narra desde adentro, lo que es vivir un aborto en Argentina. #670 en historia corta - septiembre 2017 #633 en ShortStory - mayo 2018