— No tiene que hacer ningún esfuerzo. Y cualquier cosa llama al mismo número.
Martín escucha lo que dice el señor que se encargó de realizarme el aborto, mientras me ayuda a ponerme mi ropa interior.
Me siento muy débil y con mucha vergüenza.
Con ayuda de mi novio me levanto de esa apestosa cama y con mi mejor sonrisa digo "gracias".
¿GRACIAS?
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Hasta siempre.
Storie breviCada uno elige su destino. Lo manosea, lo perfecciona, lo vive, lo arruina. Historia que narra desde adentro, lo que es vivir un aborto en Argentina. #670 en historia corta - septiembre 2017 #633 en ShortStory - mayo 2018