— Quédate tranquila, Maca.
Me dice Martín, mientras me entrega la caja del test de embarazo. Veinte días. Veinte días pasaron y todavía no llego mi periodo.
El lugar es frío, asqueroso, sucio, con escombros repartidos por todo el lugar. Una lámpara improvisada, ilumina el supuesto baño.
— No va a venir nadie, ¿no?
— No Macarena. Soy el único que tiene la llave de este lugar.
Su lugar de trabajo. Hago pis en el tachito que me vino en la caja. Lo apoyo cuidadosamente en el piso y a continuación pongo la tira reactiva. Salgo de ahí y lo miro a Martín que está sentado en un ladrillo, mirando el piso.
— Veni...
Se para, abre sus brazos y me pega a él.
— ¿Vamos al cumple de Maga después?
— Y si. La gorda me jodio toda la semana para que te lleve...
En silencio esperamos.
Dos.
Cinco.
Diez minutos.
— Míralo vos, tincho.
Me suelta y se dirige al 'baño'. Siento que no soy yo sin él a mi lado.
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Hasta siempre.
Short StoryCada uno elige su destino. Lo manosea, lo perfecciona, lo vive, lo arruina. Historia que narra desde adentro, lo que es vivir un aborto en Argentina. #670 en historia corta - septiembre 2017 #633 en ShortStory - mayo 2018