• SIETE •

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Nos dividimos. Cinco allá, cuatro acá.

Magali está especialmente molesta y a Martín ya se le está marcando la vena de la frente. Esa vena...la que siempre se le marca cuando discutimos o se enoja.

— Saben que, me voy.

— Martín, no seas así. Venimos a pasar un momento agradable — dice con su dulce voz ronca, mi suegra.

— Chau.

Martín da media vuelta y camina hacia la calle donde estacionó su auto. Miro a todos perpleja y miro el camino que dejaba Martín.

No lo dude.

Lo seguí.

Hasta siempre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora