Capítulo 26

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Jeremy no sabía qué pensar en ese momento, el corazón aún dolía en su pecho y su rostro había abandonado todo color, observó la flor entre sus manos y sintió asco, por un momento su mente se despejó totalmente y se sintió horrible, ¿culpa? ¿acaso era pena? No lo entendía, pero sabía que no estaba bien lo que había hecho, con miedo desechó la flor en un bote de basura que estaba allí cerca. Fue rápidamente al lavabo que se encontraba en la encimera e hizo correr agua para lavarse la cara y la boca con un poco de pánico, justo cuando se estaba peleando contra el aroma de ese alfa, alguien muy inesperado ingresó a la cocina.

-Umm, hola -decía un pelirrojo, Jeremy lo vio expectante, ahora sí que se sentía inseguro y no deseaba en nada que ese extraño omega lo ataque nuevamente, la última vez fue extraño y horrible, su cuerpo casi había termiando en una combustión espontánea por lo que había sucedido. Pero Caín solo suspiró y abrió el refrigerador sacando comida para hacer un sándwich-, los días libres de la cocinera son los mejores, puedo acercarme al refri y hacer lo que quiera.

Vaya, eso sí que descolocó a Jeremy, esperaba que Caín lo atacara, incluso aún estaba a la defensiva, no bajaría la guardia por nada. Tomó unas servilletas de papel y secó rápidamente su rostro y parte del cuello mojado, se iría a la habitación nuevamente, jamás debió salir de allí.

-¿Quieres comer? Seguro que con el embarazo es horrible sentir hambre, ¿no? -y allí estaba de nuevo aquella mirada que incomodaba a Jeremy, tan desinteresada, tan vacía, casi como si estuviera hablando con una pared, pero había algo diferente en Caín, olía diferente, no olía a Enos. Se sacudió la cabeza, seguro estoy delirando, pensó y fue rápidamente hacia la salida.

-No, gracias, volveré con Owen -y claro que necesitaba salir de allí, el ambiente se hizo extraño de un momento a otro. Subió nuevamente al segundo piso, Caín suspiró viendo su comida y luego pensó en Jeremy, se preguntaba por qué estaba a la defensiva, lo ignoró y volvió a los suyo.

En cambio un chico sentía que su corazón galopaba como caballos con cada paso que daba sobre los escalones. Sentía que una parte suya había defraudando a Owen, pero ¿no era que Owen había dejado de interesarle? Desde que perdió la marca se había sentido con una tremenda libertad y sentía que podía hacer todo lo que deseara, pero una pequeña parte de él llamada sentido común sabía que estaba mal, tenía al hijo de Owen creciendo dentro suyo y esa era más que una razón para obedecer al alfa, porque supuestamente lo cuidaría, a él y al cachorro.

Sacudió la cabeza, estaba agotado y deseaba descansar, había sufrido un día con demasiadas emociones luego de mucho tiempo sin nada que hacer. No quería ir a la oficina de Owen, seguramente estaba enojado, seguramente lo vio con Ivan, no, no le haría daño, Jeremy estaba esperando. Fue a la habitación, una extraña calma lo llenó al no ver al alfa dentro, apesar de todo su cuerpo seguía sintiéndose incómodo con ese aroma, pero se había vuelto familiar. Tomó una ducha y fue hasta las sábanas, necesitaba descansar. Eso o comer algo dulce.

•§•

Un alfa observaba por la ventana con la mirada dura, por supuesto que lo había visto todo y no sentía nada más allá de decepción. Jeremy antes era tan tierno y maleable, tanto que esas pequeñas sonrisas que daba al azar le traían paz. Ahora se volvía rebelde, no le agradaba de aquella manera, incluso se había hecho de la zorra frente a su hermano. Gruñó, bufó y luego volvió a su escritorio. Tomó el móvil e hizo una llamada.

-Necesito que hagas unos trámites por mí -dijo a la persona del otro lado de la línea, se aseguraría de que nadie se quede con su omega. Porque eso era Jeremy, era suyo y de nadie más ¿qué mejor que un omega puro para dejar en claro cuál era su estatus? Sus hijos definitivamente serían alfas y eso no era un problema en aquel momento, Jeremy tendría buena salud, viviría mucho, su belleza no lo abandonaría por ser lo que era. Todos los grandes líderes alfas tenían a omegas puros, omegas quienes con solo una marca se sometían. Omegas quienes podían dar fuertes alfas sin importar la casta de su pareja. Claro, tener a Jeremy era todo un lujo, era como tener una joya, seguramente había sido muy afortunado cuando se topó con el chico.

Inconsciente [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora