Capítulo 41

5.3K 351 218
                                    

Jeremy suspiraba mientras miraba con cariño el bello rostro de su hijo, por un momento se sintió afortunado y arrulló una canción para que se durmiera, su mundo se había reducido al par de pequeños niños que consumían su tiempo, a él le gustaba así, le gustaba saber que podía hacer algo productivo cuidando a Aarón y Ámbar, lo mejor del mundo para él era pasar horas y horas con sus cachorros, eso hacía de menos el hecho de que Owen viniera cada noche y quiera tener relaciones, siempre en contra de la quebrada voluntad del rubio, pero a Jeremy ya no le importaba su cuerpo, hace un tiempo había notado que sangraba bastante luego de cada encuentro, pero ya no le importaba, solo debía alejar a sus cachorros de aquel demente.

Jeremy apenas salía de la casa, a veces iba al patio trasero donde tomaba un poco de sol y sus bebés se recreaban en un arenero, eso lo relajaba bastante, la mayor parte del tiempo se mantenía alerta de sus hijos y cuando estos dormían hacía quehaceres, era hasta en parte relajante saber que Owen trabajaba, aunque ahora que lo pensaba jamás había indagado más allá de su trabajo, solo sabía que tenía mucho dinero, además de que sus padres parecían muy buenas personas a pesar de ser de la alta sociedad, quizás les había pasado cosas buenas en sus vidas, o cosas muy malas.

Ese día Owen había llegado temprano, mucho más de lo usual, Jeremy había ideado un plan para alejar al alfa de sus hijos cada vez que este llegaba y se trataba de tentarlo lo más posible para que lo lleve a la habitación y haga lo que quiera con él, los bebés estarían bien una hora o dos solos y luego Jeremy regresaría, exhausto, pero con un Owen completamente rendido y dormido, un Owen que no podría despertarse hasta el día siguiente cuando solo besaría la sien de su omega y acariciaría los rostros de sus hijos para volver a irse, pero aquel plan de iba a la mierda cuando pasaban cosas imprevistas como estas ¿Cómo demonios se suponía que Jeremy aleje así a Owen? Escuchó que la puerta se abrió, él estaba en la cocina preparando el almuerzo, por obligación había aprendido a cocinar, había notado que debía alimentarse casi el triple para poder producir suficiente leche para sus pequeños.

—¿Jeremy? —Owen ingresó al cuarto de la cocina bastante tranquilo, encontró a su omega picando un poco de verduras, este se giró lentamente, siempre con el miedo de una gacela, pero con su gracia y temple, podía fingir una que otra sonrisa.

—Ya llegaste... es algo temprano ¿No crees? —dijo confundido por la presencia del alfa, Owen rió ligeramente mientras se dirigía hacia la heladera para quitar una jarra con jugo y olfatearla.

—Parece que a veces olvidas que soy el jefe, cariño, puedo salir cuando se me dé la gana —se sirvió jugo de naranja en un vaso de cristal—. Y hoy quiero pasar un lindo día con mi familia, ¿qué dices? Tú, Ámbar, Aarón y yo, vamos juntos a algún club campestre, sería lindo que los niños respiren algo de bosque y quizás se tiren a una piscina.

¿Tirarse a una piscina? ¿Owen sabía que sus bebés no podían nadar? Lo sabía, ¿verdad? ¿Por qué entonces quería tirarlos a una piscina? La expresión de Jeremy se deformó, estaba tranquilo, protegería a sus cachorros, pero esas últimas palabras lo dejaron desconcertado.

—¿Piscina? No quiero que los bebés entren a una piscina —dijo ya casi con la voz temblorosa, Owen ladeó el rostro bastante curioso por esa reacción a la defensiva, solo sonrió y tomó a Jeremy de la mejilla, apretándola ligeramente, era un toque que se repetía baste seguido y de cierta manera ayudaba a que Jeremy se mantenga alerta, pero cuando Owen lo agarraba de aquella manera y sonreía relajado a ese rostro tan tierno solo se imaginaba lo afortunado que era al tener a un omega tan inocente como Jeremy.

—No los meteremos a la piscina si así estás tranquilo, pero ¿te gustaría ir? —insistió una vez más, Jeremy sabía que no debía decirle un No a Owen, ya había sufrido bastante otras veces en las cuales él le había llevado la contraria, bajó la mirada y asintió mientras se concentraba en picar las verduras para el almuerzo, ese día sería horrible, pero Owen creía que sería espectacular, abrazó a su omega por la espalda mientras dejaba que el aroma inundara su ambiente, en su cuello se veía una ridícula cantidad de cicatrices, todas de noches pasadas en donde de tantas marcas que el alfa intentó hacer, la piel quedó manchada y con heridas, sin realmente ninguna ser una verdadera marca de propiedad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 15, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Inconsciente [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora