Capítulo 33

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Un frío y bello cuerpo se extendía sobre aquellas sábanas blancas como marfil. Jeremy respiraba parsimonioso viendo a la nada mientras pensaba en que si el sol tardaría bastante en salir. Las sábanas que rozaban su piel le causaban una sensación desagradable y el dolor en la nuca lo hacía delirar, a su lado Owen se encontraba dormido como un tronco, como si nada hubiera sucedido. Se sostuvo el llanto y cerró los ojos con fuerza, Owen había sido muy violento a pesar de que Jeremy le había dicho que le hacía daño, eso no lo detuvo ni un poco. Ya luego cuando el alfa vio el cuerpo sudoroso y jadeante del omega con aquellas lágrimas en los ojos y esos rojos golpes que empezaban a notarse en sus brazos... solo en ese momento Owen tuvo miedo de sí mismo, jamás antes habría pensado que él haría algo así, Owen no era como su hermano, él dijo que jamás violaría un omega, pero allí estaba Jeremy, el omega quien llevaba a su hijo y entre los muslos del chico la prueba de las múltiples corridas del alfa.

Luego de eso Owen decidió ignorar al chico y guardarse el odio para él mismo, había mordido a Jeremy más de una vez, pero no sabía por qué la marca no quedaba en ese cuello... todo sería más fácil si Jeremy es marcado y listo, dejaría de dar problemas al estar en el limbo, no se negaría a nada a lo que Owen le proponga y amaría al alfa como ningún otro, él admitía que a veces no sabía qué hacer con Jeremy, estaba perdido en esa situación. Pero había algo dentro de Jeremy que lo hacía luchar en contra de Owen y no solo el hecho de ya no estar en el limbo, el omega no era tonto y sabía desde la cena que Owen solo lo quería para alardear, sabía que si se metía muy a fondo en el juego del omega perfecto se convertiría en la marioneta del alfa y él haría todo lo que quisiera con Jeremy.

El omega le dio la espalda, nada le aseguraba que Owen lo protegería si es que accedía a ser sumiso, jamás lo protegió, jamás llegó cuando Enos lo violó aquella vez, jamás se preocupó por si estaba cómodo o si necesitaba un abrazo, jamás antes se preocupó por su hijo o preguntó lo que se sentía llevarlo dentro, jamás Owen lo había visto con una mirada enamorada. Era obvio que Owen no lo protegería y estaba más que claro que su hijo corría peligro al estar al lado suyo, por eso Jeremy actuó contra el alfa, porque sabía que a Owen le importaba una mierda todo lo que él pensara y fuera. Y si tampoco le importaba su propio hijo, entonces Jeremy no dejaría a ese bebé solo, lo protegería de Owen, era lo que se había propuesto aunque le cueste conseguirlo.

Sintió su cuerpo adolorido, esperaba que todo dentro suyo siga en el mismo lugar que hace unas horas y deseaba que Owen se largara cuanto antes de la casa, así estaría solo y se aseguraría de tomar un baño y quitar todos los fluidos ajenos de su interior. Suspiró y por fin el sol empezó a salir... tan lento, la luz no duró demasiado pues las flemáticas nubes de lluvia cubrieron los rayos. Jeremy sintió que alguien se movía en la cama y escuchó unos pasos, Owen había despertado y media hora después bajaba por las escaleras y se escuchaba el golpe en la puerta principal. Jeremy levantó la cabeza de la almohada y la sintió pesada, tan pesada al igual que su cuerpo. Intentó desperezarse, pero le dolía la espalda baja y sus piernas parecían que se romperían en cualquier momento. Se levantó de la cama y al instante volvió a caer sobre el colchón tomándose el vientre.

-¡Ouch... demonios! -dijo para sí mismo mientras fruncía el ceño con dolor, algo no andaba bien ¿Su hijo estaba bien?-, ¿Qué estás intentando hacer, pequeño? No asustes a papá.

Y justo cuando volvió a intentar pararse otra contracción lo atacó ¿Qué estaba sucediendo? ¿Estaba por parir? Pero según sus cálculos faltaba aún un mes. Eso lo asustó, ¿acaso Owen lo golpeó tan mal que había adelantado su parto a tal extremo? Con ese pensamiento y lágrimas en los ojos fue hasta el baño mientras se tomaba de los muebles con cuidado de no caer, sus pies se sentían de goma y sus ojos llorosos solo confundían su mirada. Rápido, debía pensar en algo antes de que sea más tarde. Miró la bañera y tuvo una idea, la idea más desesperada que creyó que podría llegar a tener. Tomó las colchas de la cama y las dejó a un lado de la bañera para luego cerrar la puerta con seguro y quitarse los pantalones para meterse en ella con cuidado, era un poco estrecha, pero era mejor que nada, allí estaba seguro, el alfa no podría entrar a esa habitación. Suspiró y miró su vientre, lo acarició, tenía miedo, demasiado miedo.

Inconsciente [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora