La chica tan solo se me hace interesante, todo en ella , desde sus rasgos faciales hasta su forma de vestir, pero de eso a estar enamorado...
- Kim Jong, ¿Quieres ir a probar el nuevo juego que compré ayer?
-Me preguntó Do Kyung con una gran sonrisa, interrumpiendo mis tontos pensamientos.
Las clases en la universidad habían terminado y nos disponíamos a ir a nuestras casas, caminando normalmente hasta la parada del autobús.
Este primer año había si sido algo difícil, me costaba un poco adaptarme a este estilo de vida.
Yo viviendo solo por primera vez en esta gran ciudad... Supongo que son cambios muy bruscos para un chico de 20 años.
-Emmm...
-¿Qué pasa, Kim Jong? -pude notar la decepción en el rostro de mi amigo. Tenía que inventarle algo... Pero no podía.
Nunca le había mentido a Do Kyung, pero, ¿Acaso era más importante ir a sentarme como imbécil a observar a alguien qué no me nota, que acompañar a mi mejor amigo?
No, no lo era.
-Es que... Bueno... Yo... Lo había olvidado, Do Kyung... Pero... Tengo una cita. -le contesté con voz temblorosa. Las palabras salieron casi por si solas, me golpee mentalmente por ser tan idiota y mentir... Y porque sabía que lo volvería a hacer.
-¿Una cita?... ¿Enserio? ¿Cómo es ella? ¡Cuéntame Kim Jong!
-Al parecer la idea le agradó, sabía que se alegraba por mí, aunque no era en si una cita real... He dicho cosas incoherentes en mi vida, lo hago todos los días y es parte de mi rutina, pero nunca había dicho una estupidez de la magnitud de lo que sin pensar dos veces, le contesté después:
-Bueno... su cabello es castaño, tiene los ojos miel más bonitos del mundo, la piel blanca como porcelana fina, unos labios rosas que...
un suspiro escapo de mi boca de forma involuntaria, no tengo idea de que está pasando conmigo.
-Wow, Kim Jong, debe ser muy hermosa -respondió Do Kyung dándome palmaditas en la espalda.
-Lo es... Si Do Kyung, lo es.
No supe por qué razón le había dicho esa sarta de mentiras a mi mejor amigo, ni por qué le había dado la descripción de la castaña pero lo dije todo casi en automático, no sé qué me pasa.
¿En verdad lo había hecho todo sólo por ella? ¿Para poder verla?
No, no fue por ella , no lo fue en absoluto.
Tal vez ya se hizo una costumbre para mí, y tal vez simplemente hoy no tengo ganas de jugar videojuegos con Do Kyung , pero ¿Por qué?
Soy un idiota.
Un idiota cobarde.
Un idiota cobarde y mentiroso.
-Bueno entonces lo posponemos para mañana y así me cuentas que tal te fue... Y si te da entrada, no lo dudes ni un segundo -me guiñó un ojo
-¡Do Kyung!
-Era broma amargado -me dijo entre risas -diviértete
-Gracias.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.