Princesas con P de Perra. (EDITANDO)

Amanecer con patas en la cara

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR

- No es el aire que me gustaría oler pero es mejor que estar encerrada - dice riendo.

- ¿Están tus amigas aquí? si quieres te acompa..- me interrumpe

- Soy nueva no tengo muchas amigas, solo viene a tratar de divertirme y bueno conocer gente. Por ahora conocí el baño en el que me quede atrapada y casi muero y a ti - dice pensativa

- Yo te salve - digo haciéndola reír- si quieres puedes venir conmigo y mis amigos, son divertidos - dije.Ella asiente y caminamos entre las personas hasta dar con mis amigos los cuales se estaban peleando.

– ¿Con que divertidos..eh? – dice al verlos
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Ashley
Sábado por la mañana, creo
Me cuesta abrir los ojos, no se si es el sueño, la resaca o porque tengo una mano en la cara. Hago una mueca de asco y la quito rápidamente, parpadeo varias veces y veo a mi alrededor la habitación...y claramente no es la mía

¡demonios donde estoy!

Siento un cuerpo al lado mío, que ronca y maldigo internamente, rezo por estar vestida y miro por debajo de las sábanas y para mi suerte lo estoy. Con miedo a mirar a mi derecha lo hago tapándome la cara y espiando por los huecos de mis dedos.

Cuando abro mis manos veo que el chico estaba haciendo lo mismo que yo, y vuelvo a cerrar los ojos y manos, respiro hondo y vuelvo a abrirlas y lo veo, y me asusto – ¡AHH!

– ¡AHHH! – grita el también. Lo miro mientras grito y es... dios casi me da un infarto

– ¡Andrew! Casi me da infarto...pensé que estaba durmiendo con un hombre...

– ¿Ah porque yo no lo soy? – me golpea con la almohada que saco debajo de mi cabeza.

– No me pegues...– me quejo e imito su acción. Comenzamos a pelear formando una guerra de almohadas hasta que de almohadonazos pasan a ser con lo que venga
– ¡Ya deja de tirarme el pelo! – grito mientras pego mis patas frías en su cara y se que no huelen para nada a flores

– ¡Y tú quita tus patas apestosas de mi cara!

Nos tiramos unas miradas asesinas y nos soltamos a la vez, se limpio la cara con la mano mientras hace una mueca de vomito y yo resoplo enojada. Me levanto y rodeo la cama hacia donde esta el, lo aparto y abro su ropero, el me mira confundido.

Tengo en frente donde el cuelga sus buzos y camperas,  saco de la percha un buzo batik celeste y azul y lo dejo en la cama, vuelvo a colgar la percha y saco otro buzo; un pantalón negro de jean, unas zapatillas blancas, una camiseta del mismo color y una campera de jean negra. Armo los outfits como figuras humanas en la cama y lo mira.

– ¿Que haces? – me dice

– Ese – le señalo el outfit de campera de jean, pantalón negro, camisa y zapatillas blancas – es para ti, y este buzo – señalo el celeste batik – es para mi, me lo pondré sobre mi vestido

– ¿Y el buzo que resta en mi cama? – lo toma

– Este te lo devuelvo en una semana, ahora es mío

– Ni hablar...no lo estrene..– le hago puchero y el se   niega – regla número cuatro de amigos, si no lo estreno primero no lo usa nadie – resoplo y lo guardo.