Seis.

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Gracias, Kiyoshi.

#6
Demasiado.

Tras haber leído tantas historias de amor en su vida, Mayuzumi Chihiro está de acuerdo en que las personas son quienes complican el enamoramiento. Porque el amor llega sin avisar, cuando menos lo esperas pero a la vez cuando estás preparado para asumir tal responsabilidad, por eso siempre se burla de aquellos chicas de catorce años que aseguran que el idiota más popular de la escuela es el amor de su vida. Todavía les queda mucho por vivir, no entendía la necesidad apremiante y desesperada de conseguir pareja.

Sin embargo, él tuvo que ser uno de esos chicos antes de saber la verdad. Se "enamoró" de alguien que no valía la pena en absoluto, que no era para él. Es una etapa en su adolescencia que desearía no haber atravesado jamás, porque ahora se sentía estúpido por haber creído que su relación con aquella chica duraría muchísimos años.

A pesar de la decepción que sintió en aquel tiempo, no renunció a pensar que algún día llegaría la persona indicada para él; una persona que le pondría el mundo de cabeza, que haría que su corazón y su cerebro fueran incapaces de coordinar ideas, que lo tendría todo tonto con miles de emociones estallando en su interior.

Pasaron dos años y ese día llegó; no estaba preparado.

Jamás creyó en el amor a primera vista y sin embargo ahí estaba fantaseando despierto con un par de preciosos ojos miel cuyo portador le transmitía una sensación cálida propia de un día soleado. Supo que estaba jodido en el momento en que estrecharon sus manos entrelazando sus caminos.

--¡Hasta que llegas! --exclamó Kotaro arrastrandolo dentro del departamento de Reo.

Los demás deambulaban por la sala preparando todo para la noche de películas: comida, bebidas, mantas, almohadas, y demás. Al verlo sonrieron y se acercaron a saludarlo. Mibuchi lo abrazó con fuerza y Mayuzumi se sintió mal por haberlo preocupado, después de todo era como una segunda madre para ellos. Si iba al caso, todos allí eran su familia y reconocía que estuvo mal desconfiar.

--Mayu-chan, está bien. Sé que a veces es difícil, pero debes aprender a confiar en nosotros. --sonrió de forma maternal --Estamos aquí para eso, ¿sí?

Mayuzumi asintió y entre bobos comentarios y un par de risas llegaron hasta los sofás, donde se acomodaron para poder ver la primer película de la noche. Pero el peliplata pidió su atención por un momento antes de continuar.

--Sólo quería... disculparme con todos, ya que sólo lo hice con Akashi. --bajó la mirada --Lamento haber actuado de forma preocupante, no sabía cómo lidiar conmigo mismo y no quería arrastrarlos en esto.

--Mayuzumi-san, tranquilo. --le habló Furihata esta vez --Te perdonamos, pero Mibuchi-san tiene razón: estamos aquí para ayudarte en lo que sea.

Todos afirmaron las palabras del castaño y Chihiro pudo relajarse y respirar en paz. Sus amigos lo habían perdonado y eso le hacía feliz.

Procedió a contarles un poco sobre lo que le estaba pasando últimamente, las emociones que sentía al respecto y que no sabía cómo sobrellevarlo. Los demás le escucharon con atención sin interrumpirlo hasta que acabó de hablar.

--Sabía que algo pasaría con ese tipo; la primera vez lo mirabas de una forma especial. --comentó Akashi.

--Cállate.

--Pero no termino de entender, ¿qué tiene de malo que te hayas enamorado? --preguntó Kotaro.

Mayuzumi elevó su vista sin decir nada.

ɢʀᴀᴄɪᴀꜱ, ᴋɪʏᴏꜱʜɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora