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Parece que hoy será otro día lluvioso,
parece que hoy volverán los pensamientos tormentosos.
¿Qué he hecho yo para merecer esto?
¿Puede que la vida esté midiendo mi intelecto?

A veces creo que ni yo sabía lo que escribía,
simplemente las palabras fluían y fluían
debido a que sentía que debía liberarme,
me preguntaba si alguien llegaría a amarme.

A veces pensaba y pensaba
que los pensamientos absurdos de mi mente se escapaban
y todo siempre era de madrugada,
creo que era por la tranquilidad y la paz que en ese momento habitaba.

Estando sentado me pregunto qué será de mi vida
y al pensar en ello me siento como en un laberinto sin salida,
decido ver por la ventana y la lluvia no cesa
es donde noto que algunas personas se van y no regresan,
me pregunto: ¿de dónde salen tantas ideas de mi cabeza?

Regreso a la cama y pienso
que a soledad y a mí nos une un fuerte lienzo,
qué hermosa la madrugada, qué hermoso este silencio.

La lluvia ha estado presente en muchas noches de amor,
es como decir que el frío aparece por la ausencia de calor
y no niego que el silencio de la madrugada ha sido bastante tentador.

Recuerdo la primera vez que soledad me acarició,
recuerdo que la lluvia estuvo en más reconciliaciones que yo,
a fin de cuentas ya todo terminó,
se marcha la madrugada para darle la bienvenida al sol.

Delirios de la mente de un no escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora