CARTA A MI PEQUEÑO AMIGO

155 23 3
                                    

           

# Tan fiel, tan leal

y juguetón por naturaleza,

ha sido un terrible final

que me invade de tristeza.

Recuerdo tus caídas,

tus incómodas mordidas

y ahora hay lágrimas por mis mejillas

que no pasan desapercibidas,

fue una lamentable desgracia

cuando nos enteramos que debíamos recurrir a la eutanasia.

Escuché tus quejas y gemidos,

estoy seguro que no quedará en el olvido

todo el poco tiempo que hemos vivido.

No me imaginaba la brutal agonía

por la cual estabas pasando,

ese final no lo merecías

porque a nadie le hiciste daño,

solamente sé que sufrías

y que la muerte te estaba esperando;

traté de hacer lo que pude

a pesar de que no estabas a mi cargo,

espero de mí no dudes

y que disfrutes del eterno letargo.

Lamento que hayas pasado

por tanto sufrimiento,

te juro que he luchado

y el tratar de no llorar lo intento

pero se me hizo inevitable

al recordar los momentos agradables,

te cuento que lloro tu partida, pero nunca la de mi padre.

Fue un efímero tiempo el que te tuvimos,

sé que no fuimos mejores amigos

pero tu recuerdo siempre estará conmigo,

espero toparnos en otra vida

y que ésta no sea una simple despedida.

Uno no valora a alguien

hasta esperar a que se vaya,

perdón por todo RAYDEN

y porque perdimos esta batalla.

Una cicatriz más en el corazón

acompañada de una horrible sensación,

ya no basta el perdón

en esta terrible situación.

Ya no podré tener tu compañía en algún alba,

tu ausencia es una herida en mi alma

que nada logrará curarla

hasta el momento en que actúe el karma

Capaz nos reencontremos en otra vida

y vuelva a sentir tus mordidas,

espero correr junto a ti

y hacerte muy feliz,

que te quedes junto a mí

para que cures esta enorme cicatriz.

Siento un dolor desgarrador

que solamente tú curarías con tu amor

si volvieses a mover tu cola con furor,

pero la realidad es que tal vez ya estás en un mundo mejor.

No podía hacer nada por ti,

solamente verte sufrir

y esperar a que tengas que partir.

Maldigo la hora en que llegaste

porque nunca debiste de sufrir,

la vida nos alegraste

pero nadie te la alegró a ti,

sé que has amado a tu dueño

y espero que lo tortures en sus sueños

para que pague tu descuido,

debes saber que a este hombre lo dejaste de luto.

Tengo el corazón hecho pedazos,

hubiese preferido que murieses en mi regazo

y te haya despedido con un abrazo,

pero alguien nos separó del todo,

te abandonó y te dejó morir solo.

El cielo ha comenzado a llorar

desde que no nos despedimos,

nuestros cuerpos no se volverán a juntar

pero nuestros corazones estarán unidos.

AHORA ACEPTO QUE TODO LO DESTRUYE EL HOMBRE,

POR ESO TE PROMETO QUE EN MI PIEL ESTARÁ TATUADO TU NOMBRE.

DESCANSA EN PAZ COMPAÑERO;

OJALÁ EXISTA Y LLEGUES AL CIELO.

Delirios de la mente de un no escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora