Capítulo 2- Volverte a ver.

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Capítulo 2- Volverte a ver.

"Eres muy lento"... "Yo me quedare a tu lado para cuidar de ti"... "La luna me dijo que tú eres el indicado"... "Hasta que la muerte me separe de tu lado"... "Volvamos a casa Deku"

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Izuku sentía su cuerpo pesado, su cabeza le daba vueltas y simplemente se negaba a abrir completamente los ojos; esa voz infantil seguía en su cabeza con frases sin orden fijo, su pecho aun dolía y ciertamente se estaba hartando de esa situación.

—Midoriya... –escuchó el nombrado, una voz preocupada.

—Izuzu... -volvieron a llamarle y esta vez con molestia el peliverde abrió los ojos, reconoció el techo de su habitación, cuando giró su vista al lado derecho encontró a quienes momentos antes le habían llamado.

—¿Qué me paso? -les preguntó achinando sus ojos, pues aún no se acostumbraba a la luz de la habitación.

—Lo mismo quisiéramos saber nosotros Izuzu. -habló esta vez la joven de cabellos castaños, que se ha sentado en la orilla de la cama de Izuku, su cara denotaba gran preocupación-. Después de la respuesta de mis maestras simplemente te desmayaste, te trajimos a tu habitación porque Shoto me comento que estuviste distraído desde la mañana. -la joven toca la frente de Izuku para comprobar que no tuviera temperatura-. Aunque parece que no tienes fiebre, no hay que descuidarse de la salud.

—Lamento las molestias ocasionadas. -respondió el joven, levantándose de la cama y recostándose en el respaldo de la cama, para hablar mejor con sus amigos.

—No debes de disculparte Midoriya. -refutó el príncipe con su solemne cara seria-. Lo importante es que te sientas mejor y que te recuperes. No es normal en ti que te desmayes de la nada, tal vez es por la carga de trabajo, le diré al rey...

—No es necesario. -interrumpió a Shoto antes de seguir ocasionando más molestias-. C-creo que solo es falta de sueño; no he dormido mucho estas noches y de seguro el cansancio pudo conmigo. Por favor, no es necesario hacer un alboroto por algo como esto. -el chico movía sus manos para explicar mejor la situación, casi de igual manera que su amigo, el caballero Iida, con una risa nerviosa y algunas gotas de sudor rondando por su frente, estaba convencido de cambiar de tema y recordó algo para hacerlo-. Además se supone que iba a organizarse un evento ¿no deberían estar ambos halla?

—Izuzu. -habló con tristeza la joven castaña-. No digas tales cosas. Sabes que eres importante para nosotros.

—Uraraka es muy amable que digas eso. -Izuku forzó una sonrisa que no convenció a ninguno de los presentes, pues en sus ojos se notaba la tristeza y soledad que en el interior del joven vivía-. Pero, hay algo que deben de recordar. Ustedes son de la realeza y antes que mí, sus obligaciones como tales deben cumplirlas.

-—¿Qué intentas decir con eso Midoriya? -tanto el nombrado como la otra joven, giraron sus cabezas para ver al príncipe, su ceño estaba contrariado y sus manos estaban fuertemente apuñadas-. Acaso pretendes que nosotros aparte de hacernos los desentendidos al saber que nos ocultas cosas de tu pasado, también hagamos caso omiso a nuestro sentir por ti.

—Shoto... –habló Uraraka, mas fue ignorada completamente.

—¿Es acaso eso? -gritó el príncipe mientras dejaba salir su enojo-. O ¿es acaso esto parte de tu plan de huida de este reino? después de todo desde que te mudaste al castillo, en todos estos seis meses, no has desempacado tu maleta por el simple hecho de que algún día pretendes irte sin decir nada.

—Algún día me tendré que ir pues yo no pertenezco aquí. -gritó también Izuku, pues habían tocado un punto que había rondado su cabeza desde la muerte de su madre.

Mi lugar en la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora