Capítulo 3 – Cuéntame una historia.
Luego de que Izuku saliera de la habitación, Uraraka utilizó toda su magia para transportarse y alejarlos de aquel lugar lo más que pudiera, logrando llegar hasta la plaza central del pueblo, en donde algunos soldados de la guardia real estaban cumpliendo su labor de atender y cuidar a su pueblo con su vida; la zona ya se hallaba casi liberada, por ende, Shoto luego de atender a su prima que no paraba de vomitar por el uso de su magia en exceso, trató de ayudar a los habitantes del pueblo, el rey por su parte se disponía a cerciorar los daños y encontrar culpables, fue una de las noches más largar que Shoto recordó pasar en su corta vida.
Cuando se avisó de que los vándalos habían sido controlados y que el castillos volvía a ser una zona segura, Shoto junto a Uraraka empezaron a buscar a Izuku, preguntaban a los criados y solo unos cuántos recordaban haberlo visto antes de salir del castillo, las respuestas vagas y el no encontrar señales de Izuku en ningún lado, empezaron a impacientar a Shoto, Uraraka por su parte había pedido ayuda a sus maestras para empezar una búsqueda más amplia.
—Yo lo vi... –habló una joven de no más de 15 años, Shoto la reconoció ya que hacía solo un par de semanas había sido contratada en el castillo de ayudante de cocina, algo en ella no le lograba agradar del todo al príncipe-. Me había perdido y por el alboroto fui a dar nuevamente al salón en donde se organizaba la fiesta. Yo me escondí tras un pilar y lo vi llegar junto a una bestia loca con apariencia de lobo.
—Ese era Rex. -habló Uraraka que junto a sus maestras se acercaron a escuchar a la muchacha.
—No sé qué era esa cosa blanca. -comentó la joven con fingida sonrisa-. Pero si recuerdo una explosión y él cayendo a unos cuantos pilares en frente de mí. Pude escuchar un poco la conversación de dos vándalos que hablaban sobre llevarse a un tal Deka... No... Era...
—¡DEKU! -dijeron las hadas al unísono acercándose a la joven rubia que alzó las manos para que las hadas le dieran espacio, al retroceder las hadas la joven prosigue.
—Sí, de él hablaban. Pero ese tal Deku al parecer era Izuku, pues no paraban de señalarlo a él, incluso un tercero que apareció gritó ese nombre; Me aterre al ver a ese sujeto de capa roja, pues poseía un Hipogrifo, además él era muy hábil con la espada ya que liberó a Izuku de esos hombre, derrotándolos en un dos por tres. -habló con emoción en sus últimas palabras.
—Jovencita. -interrumpió el hada el entusiasmo de la joven por el recuerdo, posicionándose en frente de ella-. Por casualidad el hombre que salvo a De... A Izuku, se miraba así –el hada llamada Luz creó con su magia un retrato de un chico de pelos rubio muy desordenados, una cara muy seria y unos intensos ojos rojos.
—¡Es él! -contestó alegre la joven al reconocerlo-. Ese chico se llevó en brazos al joven Izuku.
—Ya veo. -habló con alivio el hada, mientras que las otras hadas soltaban un suspiro de tranquilidad-. Gracias por la información, puedes retirarte joven...
—Toga. -respondió rápidamente al ver en la cara del hada dudar con respecto a su nombre-. Himiko Toga. -sonrió y haciendo una inclinación al príncipe se alejaba de ellos a paso tranquilo.
—¿Por qué la dejaron ir? –habló Uraraka algo conmocionada aun por lo sucedido.
—Acaban de confirmar que a Izuku lo secuestran. -expresó con enojo el príncipe-. Y las únicas personas que sabe quién es él secuestrador al parecer son ustedes. -concluyó cruzando sus brazos sobre el pecho a espera de una respuesta, al obtener solo el silencio de las hadas, con voz potente exigió-. Hablen.
—Lo haremos joven príncipe. -respondió con temor, la hada de nombre Aqua-. Pero a su debido tiempo.
—Por ahora solo deben saber que Izuku está a salvo. –sonrió con alivio la hada de nombre Luz.
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Mi lugar en la tierra.
FanfictionEn un mundo en el cual la magia, las leyendas, los cuentos de caballeros y dragones son el pan de cada día, se encuentra, un joven al que categorizan como "Un soñador" un joven que encierra muchos misterios para el reino de Soulter, mismo misterios...