Capítulo 4- El reflejo en el lago.

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Capítulo 4- El reflejo en el lago.

Luego de la extraña charla matutina que Izuku realizo con "Kacchan", diligentemente se alisto y salió de la cabaña, aunque debía de admitir, sólo a si mismo, que sus piernas le temblaron por un momento al bajar las escaleras por la altura; al llegar a bajo, no le fue sorpresa que Rex se le tirara encima y lamiera como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio.

—¿Todo listo? -preguntó Kacchan comiendo una fruta redonda de un color verde.

—Y puedo saber exactamente ¿Hacia dónde vamos? -cuestionó acercándose a él, el rubio solo le tiro una bolsa que por poco deja caer Izuku si no fuera por sus reflejos.

—Ya te lo dije. -contestó con la boca aun con comida y su siempre, cara de pocos amigo-. ¿Acaso no confías en mí? -interrogó terminándose el fruto y tirando las sobras al suelo.

—Bueno... -respondió con duda, sacando una de esas frutas verdes de la bolsa-. Si tomamos en cuenta que no querías decirme quien eres y que me estas llevando a un lugar que no conozco y que pueda ser el caso de que sí pero tú no me quieres decir en concreto donde es y como con siguiente yo no conozco pero tu afirmas que...

—¡AHG MALDITA SEA PARA YA! -le gritó sujetando fuertemente su mano derecha-. Creí que ese maldito hábito de balbucear se había detenido, pero veo que sigues igual de molesto que antes.

—Si me dijeras a donde vamos, no dudaría tanto. -respondió haciendo un pequeño puchero, inflando sus mofletes y tratando, según él, de verse más intimidante que el contrario. El rubio chasqueo su lengua en resignación, pues era débil ante ese acto del peliverde.

—Está bien, te lo diré... -soltando un suspiró se dirigió hacía el troncó del árbol, arrastrando a Deku, pues aun sostenía su mano.

—Gracias. -sonrió alegremente, tratando de no tropezar con las raíces del árbol-. Solo hacen falta dos cosas, la primera un mapa y la segunda es que si puedes soltar mi mano, por favor.

—Tengo un mapa. -dijo deteniendo su andar y mirando con una sonrisa victoriosa a Izuku-. Y no, no quiero soltar tu mano, te pierdes con facilidad.

—Por lo mismo pido saber en dónde estamos. -ambos se miraron retadoramente a los ojos, pero Katsuki seguía siendo, igual que en el pasado, fácil de persuadir ante la mirada de color jade del menor. Rascando su cabeza con desesperación, soltó el brazo de Izuku, no sin antes agregar.

—Muy bien, tu gana esta vez perdedor. -Izuku sonría al ver la actitud de Katsuki, pues aunque pareciera muy serio y malhumorado, se comportaba muy amable con él. Alejando esos pensamientos del peliverde, Katsuki se acerca al hueco del árbol y saca de este un bolso color café que Izuku reconoció al instante.

—Ese es mi bolso. -habló sin creerse lo que veía, pues ese bolso se suponía había sido devorado por las llamas.

—Tu madre me lo dio. -comentó mientras abría el bolso y buscaba algo-. Dijo algo así como "Él nunca sale sin esto" no lo recuerdo muy bien.... Aquí esta... -sacando un mapa muy bien doblado y colocándolo en el suelo, Izuku se acercó a él, para leer el mapa también-. Según este mapa nosotros estamos aquí... -puntualizó en el mapa con una vara que encontró cerca de él-. Justo a 9 kilómetros de la frontera de este bosque, ustedes lo llaman el bosque de Angrat. Nosotros nos iremos por el sur-oeste justo aquí, acortaremos caminos si atravesamos la montaña de Grotk, y seguimos el sendero del arroyo hasta llegar a los canales de Braz, que será nuestro destino final. -Katsuki hablaba con tanta seguridad que por un momento Izuku pensó que ese camino el rubio lo conocía como la palma de su mano-. Cálculo si utilizamos de vez en cuando a Rex, dos días de viaje.

Mi lugar en la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora