Capítulo 14 - Éramos Nosotros.

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Capítulo 14 - Éramos nosotros.

-¡Haz que se detenga! –gritó con desesperación Katsuki a Oráculo mientras la movía violentamente de los hombros, tratando que ella reaccionara, teniendo como única respuesta sus ojos completamente en blanco mientras la mujer murmuraba palabras en un idioma que él no podía entender.

-¿Qué está pasando? –alzó la voz Shota entrando con apuro a la biblioteca contemplando toda una escena de magia fuera de control. Shinsó estaba sentado en uno de las raíces del árbol de la vida con sus manos extendidas tocando la cabeza de Deku y este se encontraba flotando a no más de 50 centímetros del suelo y sobre este la espada del guerrero legendario.

-Si supiera que está pasando. –le habló Katsuki soltando a Oráculo, girando su cuerpo y acercándose a él-. Yo mismo lo hubiera detenido. –expresó con fastidio sus últimas palabras, tratando de serenar un poco su temperamento.

-Es la forma en que el guerrero legendario se fusiona con el nuevo portador de la espada. –comentó en la entrada de la biblioteca y cercándose a ellos Toshinori, con un semblante extremadamente serio.

-Eso no era el plan de esta noche. –mencionó entre dientes Katsuki a la nada aún más enojado que antes.

-En eso debe tener razón alteza. -respondió Toshinori que había escuchado lo dicho por el menor-. Aunque no era su plan inicial si era el plan del guerrero legendario... -sentencia con angustia al ver como rayos verdes empiezan a rodear el cuerpo de Deku- Oh eso espero yo que sea...

Reino de Angrat – horas antes del incidente.

Salón del castillo.

Luego del baile y de una amena recepción después de la comida, Deku fue presentado oficialmente como el nuevo portador de la espada del guerrero legendario, todos los embajadores le saludaron cortésmente y ponían sus esperanzas en él, aun cuando Deku no estaba muy seguro de todo ese asunto Katsuki le brindó su apoyo no dejándolo solo en ningún momento y ayudando cuando alguno que otro embajador se pasaba de listo con él.

Deku agradeció eso, más en sus ojos una gran tristeza se asomaba con el pasar de los minutos, Katsuki lo noto desde el primer momento, más tenían un protocolo que seguir y aunque a este no le gustara, debía seguir hasta el final como era acordado; cuando este por fin estuvo libre, Katsuki lo saco del salón por uno de los balcones del salón, tratando que ni su madre ni su maestro pudieran agarrarlo en el acto; el rubio sonrió al recordar que cuando infantes, en más de una ocasión hicieron lo mismo.

-¿A dónde vamos Kacchan? –preguntó con un ligero sonrojo, mientras las manos de ambos estaban fuertemente entrelazadas.

-Cuando éramos pequeño... -habló siguiendo una senda casi inexistente en la oscuridad de esa noche-. Solíamos escapar de las fiestas aburridas como estas y jugar en nuestro escondite secreto.

-Y-ya veo... -dijo con tristeza al no recordar nada de eso, Katsuki se detiene de repente haciendo que Deku se golpee con su espalda-. Perdón. –se disculpa rápidamente sin entender porque Katsuki se detuvo sin volver a decir nada, asomándose por el costado izquierdo de este observa el paisaje que se alza al frente. Un campo de tulipanes azules florecientes en todo su esplendor, es bañado por el tenue brillo de la luna decreciente mientras las luciérnagas bailan entre ellos y las flores, el cielo repleto de estrellas muestra una escena en sueño para Deku, dejándolo sin poder decir palabra alguna ante la belleza de ese paisaje.

-Los refugiados de la aldea de All plantaron estas flores en memoria al ataque que sufrió su aldea y de las víctimas que dejo, son ellos quien aún cuidan de este lugar.

Mi lugar en la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora