Sus palabras me enferman, me ponen mal. Me llaman a rebelarme, a desear gritar y expulsar toda mi frustración.
Las odio, las detesto como un loco a las camisas de fuerza que le impiden hacer lo que quiere, y buscar lo que necesita.
Porque ése es mi día a día. Lidiar con la rabia y la poca consideración. Y con el más fuerte que siempre quiere pisotear al más débil, sin compasión.
Porque los de mi tipo no conocemos los mundos felices, donde jamás podremos entrar. Somos los hambrientos que miramos a través de la ventana, mientras otros devoran grandes banquetes.
Siempre estuvimos. Siempre estaremos. Y ellos también.
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Aquí intento expresarme
ŞiirEn este espacio plasmo pensamientos, emociones y sentimientos. Puede ser con una frase, poema, o prosa poética, lo que me nazca en el momento.