Capitulo 18: Castillo

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Eran las 6:30 a.m., aun no aclaraba por completo y el viento era bastante frío en la llanura oeste. Entre los presentes se encontraban tres dragones jóvenes y algunos miembros del C.G.

-Ya estar las monturas.- dijo Jamón parándose al lado de Miiko.

-Bien, entonces ya estamos listos para irnos.- Nevra estaba ansioso por montar un dragón.

Gardienne por otro lado... no estaba convencida del todo.

-Será más seguro que ir en avión... ¿Verdad?- miró a Ezarel que estaba al lado de ella.

-Claro, el gas metano que lleva no va a explotar.

La cara de horror de la chica fue evidente por lo que él no evito reírse en su cara.

Nevra ya estaba montado en el dragón correspondiente, listo para partir.

-Que tengan suerte. No olviden enviar un mensaje en caso de ayuda.- les recordó Miiko.

-De todas formas uno de nosotros tendrá que regresar pronto.- Nevra miro a Gardienne, sabiendo que él mismo sería quien tendría que volver.

Miiko y Jamón se despidieron y se retiraron, dejando a los tres jefes de guardia junto a la chica. Valkyon quien no había dicho una sola palabra en esa mañana ayudó a Gardienne mientras Ezarel hablaba con Nevra.

Al estar sentada en la montura se fijó en la expresión que tenía Ezarel cuando hablaba con Nevra. Estaba muy serio, parecía que lo estaba fulminando con la mirada. Finalmente se dieron la mano como di estuvieran acordando un trato y el elfo se echó hacia atrás, su amigo estaba ansioso por echar a volar con esa gran bestia.

El elfo se acercó a ella y le dijo:

-Los dragones pensaran que eres un sacrificio si pones esa cara.

-¡Idiota!- el solo se rio, sabía que estaba algo nerviosa con esa misión.

-No te preocupes, estarás bien.- le dio un frasco con un líquido celeste brillante.- Para que no digas que no me preocupo. – Era maaná.

Se miraron a los ojos por unos segundos. No había nada más que decir, más de lo que ya habían dicho la noche anterior por parte de él. Solo quedaba esperar.

Los dragones restantes emprendieron el vuelo dejando una gran ráfaga de viento. Valkyon y Ezarel se quedaron viendo unos instantes antes de ir de regreso a sus labores.

Según la posición del sol, estaba segura de que ya era medio día, no había rastro de tierra aun. Casi parecía imposible que de un momento a otro se encontraran repentinamente con el invierno.

Una hora más tarde pasaron sobre una playa, sobrevolaron la vegetación espesa y colorida del lugar, vieron ríos, arboles increíbles e imponentes. Daban ganas de bajar a explorar que más había escondido entre el follaje de los árboles, pero no era posible en ese momento.

-Descansaremos en ese valle...- dijo el dragón en que la chica montaba.

Al bajar, se sintió algo mareada, la sensación de volar de esa forma era muy distinta a la que se sentía en un avión. Aunque era mucho más espectacular.

Ella y Nevra se sentaron en el césped para comer algo, mientras los dragones se recostaron a descansar bajo las sombras de los árboles.

-Parece que ya falta poco.- dijo Nevra mirando hacia las montañas.

Se veían algo lejos del lugar en que estaban, además tenían una pequeña capa de nubes que las cubrían en lo alto. Seguro ya había nevado.

Descansaron 20 minutos más y continuaron el viaje. La sensación del viento era agradable pero cada vez se sentía más frio. Ambos se abrigaron mientras los dragones volaban. Se estaban acercando a las montañas. Mientras más subían menos podían abrir los ojos. Llegaron a un punto perdido entre esas enormes montañas, donde había un castillo en un pequeño valle, rodeado por árboles.

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