Aquel muchacho se acercó a mí con una sonrisa deslumbrante y se recargo como todo un galán en el casillero de al lado donde yo estaba.
— Hola linda — me saluda y yo le sonrió.
— Hola Patrick.
— ¿Vamos juntos a clases? —me pregunta. Compartíamos la clase de literatura, –él la había reprobado y tenía que repetirla-, el profesor era un anciano que solo anotaba en el pizarrón la actividad del día y no le importaba nada más. Podíamos hacer lo que quisiéramos. Que mejor clase para compartir.
— Claro. —agarro mi libreta y cuando empezamos a caminar él pone su brazo en mis hombros, caminado junto a mí, y todos nos observaban, éramos una pareja muy llamativa.
— Oye linda, escuche algo por ahí. Un pajarito me contó algo. —me comenta con tono curioso y con ganas de reír.
— ¿Ah, sí? ¿Qué te contaron?
— Que somos novios. Tal parece que ni tú te resististe a mis encantos. —susurra en mi oído con voz ronca. —Me gustaría saber quién es el autor de ese chisme — me guiña un ojo al separarse.
— Fui yo Patrick, lo siento. Pero ¿Recuerdas a Daniel? —llegamos a clases y nos sentamos hasta atrás juntos.
— Sí. El tipo de séptimo grado.
— Bien, pues, llevaba tiempo insistiendo conmigo, pero yo por más que le decía que no, no me hacía caso, es lindo y un buen chico, pero no es mi tipo y tú sabes a lo que me refiero. Entonces le dije que tenía novio y como tú siempre estás conmigo le dije que eras tú.
— Kat, ¿yo soy tu tipo? —me preguntó coqueto.
— Pues... Te hacen falta unos añitos de más y dinero en la cartera, pero, podemos hacer una excepción contigo. —le contesto seductora pasando mi lápiz por su mentón, a lo que él y yo soltamos una risa.
— Como te amo Kat.
— Y yo a ti Pat.
— Dime ¿Qué tal va todo con el profesor Cárter? —pregunta cambiando totalmente de tema a lo que yo solté un bufido—. Vamos, tiene mucho que no me platicas tus "cosas".
— Pues, todo bien. Hace rato —hice una seña obscena con mi mano y boca.
— Eres una maldita.
— Y tú un chismoso. Cambiemos de tema, ¿Cómo te fue el sábado? Ya no supe de ti en todo el fin de semana.
— Pues muy bien, conocí a alguien que dios ¡Esta para morirse! Y volveré a ver a esa personita el sábado.
— ¡Genial! Espero que por fin tengas algo serio.
— Mira quien habla.
— Tú y yo somos personas diferentes. Yo nunca involucro sentimientos.
— ¿A mí no me amas?
— Claro que sí, tú eres diferente.
— Tú y yo deberíamos de estar juntos, somos la pareja perfecta, nos vestimos genial, somos encantadores y sobre todo bellos.
— Sí Pat, pero somos mejores amigo. Además...
— Hola chicos —saludó un compañero de clase.
— Hola Liam —le correspondió mi amigo.
— Puede que sea imprudente, pero ¿es cierto que ustedes dos están juntos?
— Sí Liam ¿por qué? — pregunta mi castaño.
— Porque... Katherine nunca había salido con nadie de la escuela, entonces creí que era mentira. —responde con una expresión de estar algo triste o desilusionado.
— Pues es verdad. —Patrick se acerca a mí y me da un beso en los labios de pocos segundo.
Liam se sorprendió.
— Oh... bueno, adiós. —y se aleja del lugar, decepcionado.
— Adiós Liam. —contestamos.
— Liam esta tan bueno — dice mi amigo mirándole el trasero mientras se va. Yo suelto una carcajada.
— ¡¿Cómo te atreves Patrick?! Acabas de besarme, decir que eres mi novio y le miras el culo a un tipo diciendo que esta bueno —le reclamo divertida.
— Lo siento linda pero tú no eres mi tipo; Y yo no puedo hacer excepciones — contesta toda una diva. Y nos reímos juntos.
Como amaba a Patrick; era la única persona en el mundo en quien confiaba, él sabía todo de mí y yo todo de él. Siempre estábamos juntos, desde que yo llegue a vivir cerca de su casa. En cuanto nos vimos sabíamos que estábamos hechos el uno para el otro. Él era mi hermano del alma y... definitivamente las chicas no eran para nada su tipo.
— Somos la sensación, esta cosa se esparció muy rápido. —le dije.
— Pues tiene que, dos bombones como nosotros juntos, obviamente somos tema de conversación.
— Tal vez...
— Pobre Liam. —dice Pat con lastima cambiando de tema — tendré que hablar con él.
— ¿Por qué?
— Hace poco junto toda su valentía y tiro su orgullo por la ventana para acercarse a mí y decirme que le gusto.
— ¿En serio? ¿Liam gay? Pero Cindy me dijo que se le había declarado.
— Para disimularla y ganar de paso reputación, creo.
— ¿Y él te gusta?
— No. Pero esta como para comértelo entero.
— Pues comételo.
— Eso haré, pero aclarare cosas con él antes.
— Ves, somos diferentes.
— Discúlpame si no juego como tú con las personas. —dice sonriéndome divertido.
Observe hacia una pareja que estaba abrazada en alguna parte del salón mientras el profesor estaba escribiendo en el pizarrón.
« ¿Cuándo había llegado? »
La pareja se miraba muy cariñosa, esas cosas simplemente no era de mi agrado, a mí me gustaba tener momentos placenteros con gente más madura, no involucrarme con niños que no saben llevar o lidiar con los problemas, porque una relación amoroso conllevaba una montaña de problemas, uno tras otro, era simplemente algo exasperante. Mis relaciones solo eran de satisfacción y placer, con hombres que no necesitaban más de mí y yo de ellos, sabíamos los límites, lo que estaba permitido y sobre todo las consecuencias, nunca involucrábamos nada más. Y si por alguna razón ocurría algún inconveniente lo solucionábamos porque éramos muy honestos, cosa que no se puede lograr con adolecentes dramáticos e inmaduros. Me gustaba la vida que llevaba en ese ámbito, no cualquiera tenía la suerte que poseía para conseguir hombres tan valiosos.
Yo tenía una razón muy grande del porque no tenía relaciones con hombres tan jóvenes; tenía un límite de edad para poder tener algo, una experiencia en carne propia que no quería volver a vivir y por esa razón no volvería a cometer el mismo maldito error de nuevo.
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Katherine [+18]
Teen FictionA simple vista es solo una pequeña niña inocente que se deja llevar por hombres que la manipulan para hacer lo que ellos quieran. Pero lo que no saben es que esa linda niña de cabellos anaranjados y tierna sonrisa, es su perdición. Y están equivocad...