Katherine [+18]

Capítulo 12

Era viernes a mediodía, la última clase estaba por comenzar. Metí mis libretas innecesarias al casillero y al cerrarlo me encuentro con Kimberly recargada mientras me sonreía. Ella era mí... ¿cómo decirlo sin que se escuche tan poético? "Mi némesis". Yo realmente no les tomaba mucha importancia a las personas que se encontraban en la escuela, reconocía algunas caras, pero ella... me hacía sentir... ¿disgustada?

Kimberly de cabello castaño y lindos ojos color avellana, usaba ropa tipo "Tumblr", y tenía una linda figura; sus pasatiempos eran leer novelas juveniles y algunas novelas de nivel, ver películas de culto, escuchar música "interesante", amaba a los animales, le iba bien en la escuela y quería hacer algo más con su vida, tenía unos padres amorosos que la apoyaban en todo. A pesar de ello parecía que nadie la notaba, o eso es lo que ella quería creer. Era esas típicas muchachas de las que de repente el capitán del equipo o el más guapo y popular o tal vez el chico rudo guapetón, notaba y tenían una fantástica historia toxica de amor verdadero.

¿Y cómo sabía tanta información personal? Pues... éramos amigas antes de la tragedia.

—Hola Katherine, ¿Cómo estás? —preguntó con una media sonrisa poniendo su cabello atrás de su oreja mientras sosteniendo libros en su pecho tímidamente.

—Hola Kim. Bien, bien ¿y tú? —contesto condescendientemente, a lo que ella se da cuenta pero ignora totalmente.

—Bien, solo quería saber cómo te va...—empieza a decir a lo que la detengo.

—Mira Kim, termina con esto ya ¿sí? Yo sé que fuimos mejores amigas... —decía calmada con una sonrisa.

—Antes de...—al escuchar y predecir lo que iba a decir mi rostro cambio totalmente a una seriedad profunda rayando lo colérico, frenándola.

—No te atrevas a mencionarlo. —dije con total dureza. Cerré los ojos por unos instantes "controlándome", suspire, emití un chasquido con la lengua y la mire de nuevo, a lo que ella dio un paso atrás con ojos expectantes. — No te preocupes por mí, no somos amigas o algo parecido, —iba diciendo mientras me acercaba a ella— supera aquella historia que pudimos llegar a tener. No canalices tus "buenos sentimientos" hacia mí, no soy prueba de tu caridad, ¿quieres ser la niña buena? Ve y metete tu puta psicología toxica por ese traserito bonito que tienes. A mí no me engañas Kim, te conozco. Sé que inventas una baja autoestima para que vengan todos a decirte lo bonita que estas, sé que te inventas tu sola problemas porque tu vida es perfecta y necesitas algo con lo cual llamar la atención. Pero esto no se trata de ti corazón. Se trata de mí.

—Katherine... ¿por qué eres así? ¿Cuándo te convertiste en una persona tan... mala? Yo solo trato de ayudar... —puse una mano enfrente de su cara para callarla.

— ¿Qué no entiendes? Déjame en paz, yo no quiero tu mísera ayuda, consíguete otra persona a la cual rehabilitar. Yo estoy perfectamente bien. Y si no tienes más que meterte en la vida de los demás, mejor me retiro.

Caminé por los pasillos tratando de quitar mi cara de molestia. Estaba harta de toda esta mierda que parece que nunca se ira. Quería gritar, gritar tan fuerte hasta desgarrarme los pulmones, pero estaba en medio de un montón de adolescentes inadaptados. Necesitaba verlo. Lo quería en este momento conmigo. Suspire tratando de con eso me liberaría de toda tensión. Puse mi mejor cara y entré al aula de clases.

(...)

Toque la puerta de la gran casa a la que había visitado una infinidad de veces, daban las mejores fiestas aquí. La puerta se abrió mostrando un lindo rostro amable de señora con clase. Vestía un lindo vestido color crema, tenía grandes ojos color chocolate y un peinado sofisticado.