-Flash back-
Toque la puerta de esa casa con una pequeña esperanza de no ser atendida a mi llamado, pero la puerta se abrió justo cuando estaba por darme la vuelta e irme de ese lugar; detrás de ese elegante puerta estaba Cindy un poco –mucho- ebria, llevaba una falda muy corta y una blusa que hacia resaltar sus pechos, tenía un vaso rojo en su mano derecha y con la izquierda se recargaba en el marco.
— ¡Katherine llegaste! Creí que no ibas a venir. —hace un puchero con sus labios.
— ¡Sorpresa! —le dije que falsa alegría.
— Pasa, pasa. La fiesta esta atrás, si traes ropa te puedes meter a la piscina, y... —me explicaba mientras caminábamos por su casa para entrar al patio trasero— ahí están las bebidas...
Me acerqué a la mesa donde estaba el alcohol, me tomé un shot de vodka y observe como la gente bailaba, entonces de entre todas las personas estaba alguien quien llamó mi atención, se miraba algo joven –para mis estándares- pero era realmente sexy. Bailaba junto con una morena voluptuosa, bonita he de admitir, pero no lo suficiente. Ella se dio cuenta que los estaba observando y sonrío pegándose más a él.
« Oh mi amor no. Vaya estúpida. »
Se acerca a su oído y ella caminó en mi dirección. Toma un vaso con algo de cerveza y voltea a verme con cara de superioridad.
« No sabes con quien te estas metiendo. »
Va junto al hombre ahora fuera de la pista y le da de su vaso, la tipa se ríe de algo como tonta, juega con su cabello y lo toma ligeramente del brazo, sabiendo perfectamente que mi vista está dirigida hacia ellos.
« Bien, vamos a jugar. »
Agarré un vaso y lo llené sangría, caminé en su dirección mientras fijaba mi vista en alguien que estuviese atrás de ellos y cuando pasé al lado de ella me "estrellé" con su lindo cuerpo y su bello vestido color blanco, manchándolo todo de rojo. En su rostro se dibujó una expresión total de furia y empezó a maldecirme como si su vida dependiera de ello.
— Disculpa... como lo siento... en serio perdón...—le decía con cara de "culpa", yo estaba muy apenada por este suceso.
— ¡Tú, maldita niña déjame, no me toques estúpida! —me golpeo la mano con la que trataba de "limpiarle" su costoso vestido manchado.
— Karen relájate no fue su intención. —le dice el muchacho sexy causante de esta escenita.
— No. Claro que es su culpa Peter, lo hizo a propósito. Espero te... —me recriminaba matándome con la mirada.
— ¡Karen! —le grita Peter.
— En serio lo siento...—le digo casi al borde del llanto.
— No tienes porqué disculparte linda, fue un accidente. —me dice él.
— Claro que tiene que... —empezó la zorra de nuevo.
— Suficiente. —Vuelve a callarla y voltea a verme— Tú también te ensuciaste ¿Quieres que te acompañe a que te limpies?
— ¿Te vas a ir con ella? —pregunta la tal Karen molesta.
— Sí, y ni te molestes en preguntar por qué.
— Pues tú no te molestes en llamar idiota. —le dice mientras le vierte encima un vaso de cerveza.
Peter solo la observa y no le dice nada, me sonríe y me pregunta que si lo acompaño y yo contestó que sí, Karen lo mira esperando algún arrepentimiento de parte de él, pero es algo que no sucede.
— Eres un estúpido Peter. Te vas a arrepentir de esto. Cuando vengas a rogarme que te perdone, no lo haré. —Karen usa sus últimas armas pero no funcionan.
Caminamos dentro de la casa de mi "amiga" y él solo camina en silencio por lo que no sé qué rayos pasa por su cabeza; si mi esfuerzo funciono para mi propósito o solo tiene este trato conmigo por lastima, o simplemente lo tomo de excusa para deshacerse de esa estúpida que tenia de compañera.
Observé todo el lugar buscando a Cindy, la encuentro bajando las escaleras tambaleándose.
— Cindy, oye, sucedió un accidente. —le digo señalando nuestro desastre.
— oh rayos... ¿Qué les pa... paso? —pregunta sorprendida y con palabras un tanto alargadas.
— Solo un problema insignificante, ¿podrías prestarnos algo de ropa?
— Claro... —se queda un rato pensando y un poco ida—. Arriba en el cuarto de mi... hermano hay camisas. Pueden pasar, está abierto.
— ¿No se molesta?
— Eres tú, claro que no... —dijo para después irse caminado al patio trasero y al llegar al umbral de la puerta pega un grito haciendo que todos se lo correspondan.
Subo las escaleras y Peter me sigue en silencio. Al llegar arriba camino hasta el cuarto del bello Brad, al entrar me dirijo a tomar unas camisas de su closet, le doy una a Peter y todavía sin decir nada se quita su prenda mojada dejándome ver un buen cuerpo y yo lo observo detenidamente.
— Siento que por mi culpa te hayas tenido que pelear con tu novia. —le digo para romper el tortuoso silencio. Él suspira y me mira por fin con una sonrisa.
— No es mi novia. —me contesta.
— Oh, genial. —digo en voz alta a lo que él me dirige una mirada sorprendida—. Ay... lo siento, lo dije en voz alta. —y suelta una risa.
— No te preocupes linda, la verdad es que no éramos novios, pero si había "algo" —yo asentí en respuesta—. Pero ya no más.
— No es por ser imprudente, pero ¿Cómo es que alguien como tú estaba con alguien como... ella? Digo, no te conozco realmente pero no pareces ser...
— ¿una maldita? —dice adivinando.
— Iba a decir una mala persona, pero también. —contesto. Los dos nos reímos.
— ¿No te cambiaras?
— Oh sí, date la vuelta. —le digo y eso hace, me quito mi top y me pongo la inmensa camisa de mi bebé.
« Sí, mi bebé.»
— ¿Lista?
— Sí.
— Te queda bien. —me alaga—. Y... ¿Me dirás tu nombre, linda?
— Claro, me llamo Katherine.
— Hermoso nombre.
— Gracias, y el tuyo es Peter.
— Sí. ¿Cómo adivinaste? —pregunta irónicamente.
— No sé, lo adivine, no es porque alguien estuviera gritándote con ese nombre. —y nos reímos ante la situación.
— La conocí porque me la presentaron. —Dice de repente a lo que yo lo miro con cara de duda—. A Karen, me la presento un amigo y se me hizo bonita y una buena persona cuando la conocí, no sabía que ella era así. —yo asiento. — y dime ¿Cuántos años tienes?
— quince.
— Wau, eres pequeña.
— No tanto, ¿Tú cuantos tienes?
— veintiuno. —sonríe y unas pequeñas arrugas adorables se forman al lado de sus bellos ojos color miel.
Algo "joven" para mis estándares... ¿Pero que puede salir mal?
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Katherine [+18]
Teen FictionA simple vista es solo una pequeña niña inocente que se deja llevar por hombres que la manipulan para hacer lo que ellos quieran. Pero lo que no saben es que esa linda niña de cabellos anaranjados y tierna sonrisa, es su perdición. Y están equivocad...