—¿Qué haré? —pregunto cabizbaja desde el piso y Katia se sienta junto a mí.
—La encontraremos, es sólo una pieza —me alienta, pero sé que será imposible.
—Ya buscamos por toda la casa.
Alboroto mi cabellera frustrada. Quiero llorar, esa mañana llamé a Brad para hablar con él y me desvió la llamada, le hablé por Whatsapp y me dejó en visto hace dos horas y cuatro minutos.
—Creo que no debes tomarlo muy a pecho, Sky. Es sólo un mito.
—Él no volverá conmigo.
—¿Tanto te importa Brad? — miro a Kenneth, quien tiene la mandíbula apretada y no parece estar muy feliz.
—Sí — no puedo afirmar quererlo, pero sí es importante para mí, porque él me vio cuando nadie lo hizo. Aunque, admito que no me gusta la manera en la que me ignora.
—Me cago —escucho que gruñe y empieza a caminar por el lugar —. De acuerdo: buscamos por toda la casa y el dichoso pedazo no está - dije él y nosotras asentimos —. El jarrón cayó de la vitrina de vasos, al romperse pudo haber enviado el pedazo faltante a la cartera de alguien o haberse trabado en una prenda, alguien se lo pudo haber llevado.
Con Katia nos miramos, pudo haber sucedido. Era algo que tenía cierta lógica (por no decir mucha).
Kenneth se sentó en el sillón frente a nosotras.
—¿A quiénes invitaron?
Nos sonrojamos, y vaya que lo hacemos.
—¿No lo saben?
—Lo sabemos — susurramos en unisón.
—De acuerdo —asiente —, ¿Cuántas personas eran?
—Unas cuantas —no tengo el valor para mirarlo a los ojos, sé que se me fue la mano.
—¿Unas cuantas llenaron tu casa, tu jardín y parte de la calle? Esto parecía Proyecto X pero en adaptación inglesa.
—Doscientas personas — suelto de golpe levantando la vista, y un largo silencio hace que me remueva en mi asiento, incómoda. La he liado.
—¿Cómo? — táchenme de loca pero su ojo tembló, pude verlo.
—Dos...
—¡Te escuché, maldita sea! — Brama, poniéndose de pie — ¿Están locas?, ¿Cómo se les ocurre? Ni yo en mis veintitrés años de vida hice tal cosa.
—Era por mi virginidad — susurré y él se puso rojo de la furia.
—Ibas a perder tu virginidad con Brad, no con las doscientas personas. Una película habría bastado para que ese cerdo cumpliera su...
—¡Ya está bueno! — Me altero — ¡Deja de insultar a mi no...
—Ex novio — me recuerda con una sonrisa maliciosa y presionó mis manos en dos puños.
—Lárgate —susurro.
—¿Qué? — vuelve a enarcar su ceja con burla.
—¡Lárgate de una maldita vez! No quiero tu ayuda, ¡no te quiero cerca!
—¡Sky! —Katia se sobresalta y yo sólo veo como el semblante de Kenneth se torna serio.
—¿Estás segura? — puedo captar que suena más a una amenaza, por lo que levanto mi mentón altiva.
—Largo.
Él ríe irónico, tratando de controlar su rabia. Lo conozco. —Vas a arrepentirte — me afirma y con paso veloz sale de mi casa, dejándonos a Katia y a mí en la silenciosa sala. Su casa estaba a unas calles por lo que él no necesitaba un taxi.
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¡Maldito amor! Historias de amor y maldicion G
Historia CortaUn amor inadecuado. Un amor intrépido. Un amor encantado. Un amor trágico. Un amor mágico. Un amor épico. Si la vida te parece difícil, espera a conocer un maldito amor. Qué es el amor, sino la incondicional pasión de dos seres, la inmortalidad de d...