treinta y ocho.

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Terminé de colocarme la bandita en la zona entre el labio y la nariz, froté hasta que esta quedara pegada y esperé unos minutos para sacarla, pero el timbre sonó y tuve que dirigirme hacia la puerta con la mencionada bandita, preparada para perder la poca dignidad que tenía. Para mi suerte la persona que tocó el timbre era Jack, así que no me preocupé tanto y lo dejé pasar.

¿Vine en el momento de depilación? ¿puedes quitar mi bigote también?— dijo tocándose los vellos rubios que rodeaban sus labios.

  — Créeme que te dolerá si te lo hago.— él río ante mi comentario y se sentó en el sillón,acto el cual yo repetí.

  — Di "ya"— comentó.

  — Ya.— dije con extrañeza. Sentí como la bandita se desprendía de mi piel bruscamente, con lo cual yo respondí pegando a mi amigo en su brazo,pero ni se molestó, es más, comenzó a reírse.

  — Creo que a la que le terminó  doliendo es a ti.

Cállate Jack.— rodeé mis ojos.

  — Oye, encima que traje galletas caseras me tratas así. 

  — Un poco más me arrancas algo más que sólo los bigotes. 

Exagerada.

  — Demasiado. 

A veces pienso que eres Luke versión mujer.

Cállate, nadie se mete con mi rubio.— tomé la bolsa con las galletas y la abrí.

Comenzamos a degustar de las deliciosas galletas caseras mientras hablábamos. Jack siempre me preguntaba cómo iba en la Universidad y que si necesitaba ayuda en comprar algo,él no tenía problema en ayudarme ya que con las fotocopias,los libros,materiales y demás se te va gran parte de capital.

Una película de terror que desconocía comenzamos a ver, pero noté que Jack no estaba prestando atención cosa que es raro en él ya que ama toda clase de películas. Volteé hacia él,me lo quedé mirando como se mordía las uñas y miraba un punto fijo.

  — Jack— no contestaba—. Jack...¡Jack Hemmings contéstame!—exclamé, lo que hizo que él se sobresaltara.

  — Perdón, ¿qué...qué sucede?.

  — ¿Qué te sucede a ti?. 

  — Nada...nada. 

Soy tu amiga, no me ocultes nada.

  — Pues,ya lo hice.

  — ¿Qué? Jack,no te entiendo.

  — Que te he ocultado algo que hace unos meses pasó—suspiró. Sólo lo miré,esperando que me de la respuesta exacta—.En la noche de graduación, esa cuando tú te pusiste borracha,yo te conté pues...que me besaste—asentí—. Bueno, tu comenzaste a hacerme chistes con que quería uno más,que me quedé con las ganas y no estabas errada. Te besé Lourdes, por mi propio impulso y por mis propias ganas. Me gustas y ya no puedo contenerlo, ni tampoco puedo seguir ocultándolo y más a ti,la persona con la que más confianza tengo.

Estaba helada. A penas las palabras procesaban en mi cabeza, no sabía qué decirle, qué hacer. Si pegarle por haber sido un tonto en no contármelo y haberse aprovechado ante mi situación o abrazarlo por la forma en la que formuló sus palabras al decirme que le gustaba. Confundida era mi estado en éste momento.

  — Jack, yo...no, no sé qué decir. ¿Por qué no me lo dijiste si tanta confianza tenemos?

  Tenía miedo de que te enojaras y que perdamos la amistad que tenemos. Y si, suena muy cliché, pero me encanta escucharte, aconsejarte, abrazarte cuando te agarran esos bajones y lo único que quieres hacer es tomar helado de chocolate. Me gusta pasar el tiempo contigo, me gustas, pero no voy a obligarte a que sientas lo mismo porque sé que todavía piensas en Calum, es más, él te necesita en este momento.

verdad o reto || cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora