Capítulo 39.

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Maratón 2/¿?

Narra Marco (Mango :v)

Estuve analizando la grabación y encontré algo raro en ella, como dijo Dan, se escuchaban a otras personas hablando, agarre a un científico para que me ayudará a analizar y confirmar mis sospechas.

"Lo más probable es que esté hablando en clave, por si llegan a encontrar la grabadora, sólo él y los de la organización sepan de lo que se habla"   —   Se escucho como un hombre hablo.

"Es lo más probable... Aunque ya es momento de regresar con David, para ver su estado"  —   Y después de él, comentó una señora.

«David... No sólo lo conocen, sino también lo están cuidando» — Pensé mientras veía al inepto del científico.

  —        ¿J-jefe?

  —        ¿Qué quieres, idiota?

  —        ¿Está seguro que estaba solo cuando lo grabo?

  —        ¡Claro que estaba solo, inútil! Pero creo tener una idea de lo que pasó  —   Termine de decir y salí del lugar  —. Tengo que contactar a Raúl...  —   Susurre, me dirigí a mi oficina, saque mi teléfono y lo busque en mis contactos.

Solo entre un rato a mi oficina, agarre una chamarra, las llaves de mi carro y me fui a ver a Raúl -un viejo amigo, que nos debe varios favores-, él debería de saber sobre estas cosa, siempre andaba hablando de cada pendejada y media, y si no lo sabe lo investigará a fondo -sino no adiós a su fuente de ingresos-.

Al cabo de una hora y media llegue a su puta casa, conduje hasta la entrada de su casa y toque el timbre.

  —        Nombre  —   Se escuchó detrás del altavoz.

  —        Marco Antonio Albarrán, un viejo amigo de Raúl.

  —        El señor Solís lo espera en el patio trasero  —   Termino de decir eso y se abrieron las rejas para poder entrar.

Estacione mi carro enfrente de la cochera de él, me baje de el y camine al patio trasero. El muy hijo de puta se hizo una buena 'casa' a base del dinero de Daniela, aunque ahora Daniela le tiene un poco de odio por todo lo que le hizo, en parte estoy con Raúl y en parte con Dan; en estos negocios nunca se deben de meter los sentimientos sino terminaras perdiendo muchas cosas o inclusive la vida.

  —        ¡Mango!  —   Grito Raúl desde la orilla de su piscina  —, cuánto tiempo sin verte.

  —        Lo mismo digo, Gandalf  —   Me acerqué a él -no demasiado como para que me tire al agua- para poder hablar mejor.

  —        Y dime ¿qué te trae a mi humilde morada?

  —        ¿Humilde?  —   Arquee una de mis cejas  —, a esto yo no le llamaría humilde, le sacaste millones de dólares a la Daniela para hacerte una pinche mansión.

  —        Como sea, cuanta me para que soy bueno.

  —        Necesito que analices algo.

  —        ¿Es muy urgente?  —   Salió de su piscina y se sentó en uno de los camastros que se encontraba a un lado mío.

  —        Demasiado, Rubén lo necesita para seguir investigando y vigilando a uno que tenemos en la mira.

"Council of the Dead" - [Deigetta] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora