"Council of the Dead" - [Deigetta] ©

Capítulo 50.

El más alto se separó del contrario, tomo su mano e hizo que se dirigiera a hacia una de las tantas habitaciones de esa mansión, al entrar en esta soltó su mano y lo sentó en uno de los sillones que se encontraban en ese lugar.

— Bien, te ayudaré a investigar —   Se acercó a él para depositar un pequeño beso en la frente —, así que me tendrás que dar todo lo que sepas del cargamento de hoy. Dónde se realizó, a qué hora y quién debería de haber recibido ese cargamento.

— ¿Eh? —   Vio cómo el otro se alejó de él para posteriormente sentarse en una silla cercas de él.

— Te escucho.

— ¿Por qué...

— Mira Mango, sé que esto lo haces más que nada porque lastimaron a Rubén y no por mantener a salvo a Dan —   Le regalo una sincera sonrisa —, es lindo ver que después de que te rompieran el corazón vuelves a enamorarte.

— Yo no estoy enamorado —   Apartó la mirada.

— Ajá, y yo no tengo una mansion —   Contesto sarcastico —. Y si te preguntas por qué no me aproveché de que vienes en busca de mi ayuda es porque prefiero el 10 % del próximo cargamento.

— Eso ya no me corresponde a mí...

— Sé que eres astuto para ese tipo de cosas, y lo lograrás así que eso es lo que pido como pago.

Tras varios minutos de pensar terminó aceptando la condición, sabía que Daniela lo trataría de castrar si se llegaba a enterar, pero Rubén valía la pena correr ese riesgo. Le comento todo lo que sabía sobre el cargamento y después de eso se marchó a la corporación, para ver cómo se encontraba su novio.
Mientras David y Samuel regresaban cómo podían a la casa donde se estaban quedando.

— ¿Esto es lo que haces siempre? —   Pregunto Samuel.

— No siempre, sólo cuando me piden ayuda.

— Sí que es pesado e incómodo.

— Y más si estás escuchando como pelean Ángel, Sayuri y Rocio —   Contesto volteando a ver a los mencionados, obteniendo una cara de 'niños buenos' por parte de ellos.

— Supongo que tienes razón —   Soltó una pequeña risa —, parecía que querías golpear a alguien.

— Y lo hubiera hecho si ellos no estuvieran muertos, les daría sus buenas nalgadas por mal educados.

— Ya, no te enojes —   Lo abraza.

— Es inevitable con estos mocosos — Siguieron con su camino hasta llegar a aquel restaurante donde comieron el primer día que llegaron.

— Sí Nos abandono —   Comentó Samuel.

— ¿En verdad creíste que volvería por nosotros? —   Pregunto David volteándolo a ver.

— Podría ser que sí.

— Ay Sam, creo que eres muy ingenuo.

— Puede que sí... —   David tomó la mano de este, sonrío y le dio un beso en la mejilla.

— Pero así me gustas.

"Mami" —   Hablo Rocío.

— ¿Qué sucede?

"¿Podemos ir a un lugar a divertirnos?" —   Pregunto Ángel.

— Primero dejan que comamos Samuel y yo, y ya luego vemos.

"De acuerdo" —   Dijo Rocío.

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*FECHA DE PUBLICACIÓN 25/10/17*.