Capítulo 52.

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   —             No creo que sea algo bueno hacer esto.

   —             Vamos, David. Así estaremos lejos de esos locos.

   —             ¿Y si nos siguen?

   —             No lo harán, tienen sus propios problemas y estarán ocupados por un buen tiempo.

   —             De acuerdo, vamonos.

Aquellos dos chicos tomaron sus pertenencias y salieron lo más rápido de aquel lugar, llegando corriendo al aeropuerto, donde esperaron con nerviosismo a que se anunciara su vuelo.

“Tranquilo, mami, todo saldrá bien”    —    Comentó Rocío.

   —             Espero que tú y Sam tengan razón.

“Verás que sí, sólo tenemos que salir de aquí”    —    Hablo Ángel.

El más bajo de los dos se abrazo del contrario, importándole muy poco lo que los demás pensarán de él y de su ahora pareja. Después de apenas algunos cuatro minutos su vuelo fue anunciado y ellos fueron hasta la puerta para poder abordar.

Al llegar a su destino fueron directamente a la casa de David, para poder descansar aún que fuese algunas horas.

   —             ¡¿Cómo qué salieron del país?!   —    Grito Daniela.

   —             Lo sentimos jefa, pero nadie sabe con exactitud cómo lo lograron   —    Hablo uno de los trabajadores.

   —             ¡Haz que vengan Mango y Rubén, y largate de mi vista!   —   Grito apunto de lanzarle todo lo que se encontraba en su escritorio.

El pobre trabajador salio corriendo de la oficina de su jefa y fue a buscar a los mencionados lo más rápido posible, al encontrarlos les comento que la jefa los quería ver y huyo de aquel lugar, hasta llegar a su laboratorio.

   —             ¿Qué fue lo que le hiciste al pobre de Brandon?   —    Pregunto divertido Mango.

   —             No le hice nada a ese cobarde...

   —             ¿Qué fue lo que paso?   —    Se atrevió a preguntar Rubén.

   —             David y Samuel han escapado del país.

   —             Eso es imposible   —    Hablo Mango.

   —             Al parecer no...   —    Soltó un pequeño suspiro de cansancio y se sentó en su silla   —. Tendremos que pedirle ayuda a ‘Gato’.

   —             Va a querer matarme por dejarlos escapar   —    Comento, Rubén, con un ligero temor.

   —             Le explicare lo que te sucedió y lo entenderá... Espero   —    Saco su teléfono y marco el número   —. Ojala y este de buenas.

   —             ¿Qué pasó?   —    Se escucho al otro lado del teléfono.

   —             Te pondré en altavoz   —    Una vez dicho, alejo el teléfono, lo coloco en altavoz y lo dejo en su escritorio   —. Listo.

   —             ¡Hola, esposa mía!    —    Bromeo Rubén.

   —             Hola, esposo mío, ¿sigues siendo el uke de mi hijo?

   —             Este... Sí    —    Contesto sonrojándose.

   —             Supongo que están los tres allí.

   —             Supones bien, mamá    —    Comento Mango.

   —             Bien, en ese caso ¿para que llamaron? Porque los conozco y sé que no es sólo para saludar.

   —             Esposa mía, necesito que nos ayudes a encontrar a dos chicos y a vigilarlos    —    Hablo Daniela.

   —             ¿Saben los nombres?

   —             Síp, uno es David Medina y el otro es Samuel de Luque    —    Hablo Mango.

   —             Bien, mandare a mis hombres a buscarlos y vigilarlos.

   —             Gracias, mamá.

   —             Una duda. ¿Rubén los estaba cuidando?

   —             Sí, pero fue herido por los federales ya que alguien supo de nuestros movimientos y ya no pudo seguir con la vigilancia    —    Hablo inmediatamente Mango.

   —             En ese caso también mandare a investigar eso.

   —             No es necesario, Gandalf esta investigándolo    —     Hablo, Rubén, ocultando su nerviosismo, era fácil de confundir y dar pistar erróneas a Raúl, pero con ‘Gato’ era otra cosa.

   —             No dudo de que sea alguien bueno en encontrar salidas en callejones sin salida, pero esta vez se metieron con... Ustedes y no lo permitiré.

   —             Se te agradece   —    Dijo Mango y abrazo a Rubén.

   —             ¿Sabes? Si estuvieras aquí estarías feliz viendo a un Rubén sonrojado siendo abrazado por un pocesivo conejo    —    Comentó, Daniela, riendo.

   —             Bien que me conoces en ese aspecto   —    Río un poco   —. Los dejo, me andan esperando y todavía tengo que reunir a mis hombres.

   —             ¿Una cita?   —    Interrogaron los tres al unisono.

   —             No. Ahora bye    —    Colgó haciendo que los tres sonrieran.

   —             También se volvió a enamorar    —    Comento Mango.

   —             Sólo esperó que no sea alguien que la traicione. Pero eso no importa ahora, así que vayan a terminar su trabajo.

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Ecore: Primero que nada, perdón por desaparecer por un año... Creo, pero no teníamos tiempo ni inspiración.

JT: Al menos ahora volvemos a tener una pequeña musa, la cual nos inspira a seguir, no actualizaremos tan seguido por cuestiones de tiempo, pero si estaremos por aquí de vez en cuando.

ATK: Nos vemos hasta la próxima, que aun debemos varios capítulos de aquí y de otras historias.

*FECHA DE PUBLICACIÓN 29/03/18*.

"Council of the Dead" - [Deigetta] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora