Mi Decisión: La Llamada

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Nunca quise tanto que alguien desapareciera…

Rei de un solo salto escapo de mi abrazo y tomando un fuerte respiro contesto.

-Si ¡Abuelo! Estoy aquí, estoy atendiendo a alguien- Finalizó aliviada.

-¿Quién es?- Preguntó el hombre claramente exaltado.

-¡Minako! ¡Bienvenida!- Abrazándome como estoy segura que no lo había hecho jamás - ¿Sabes? Rei siempre habla muy bien de ti, dice que tú te volverás una cantante muy famosa, que tu talento es un único "Destello de Luz", bienvenida muchacha, bienvenida.

-¿Rei, hablando de mí?- Al mirarla sus ojos eran fríos y su rostro se mostraba completamente serio, apenas me regresaba la mirada cuando…

-Abuelo le estás quitando su tiempo, es mejor que se vaya de inmediato.

-Para nada- Contestó relajado- ¡ Hey! ¿No te gustaría ayudarnos? Necesitamos manos extras en el templo, sólamente por el día de hoy, ¿Si?

-Rei ¿está bien?- le pregunté antes de contestar.

Ahora aquellos ojos se tornaban tranquilos o mejor dicho, indiferentes hacía mí.

-No podrás usar esa ropa, ya lo sabes muy bien, ¡ven, acompáñame!

Con una gran sonrisa fui detrás de ella, al entrar en su habitación y vestirme como una "Miko" no me sentía como yo misma, pero estaba a su lado, así que no me importaba demasiado.

Reflejada en su espejo hice un pequeña posee y cuestione.

-Y bien… ¿Cómo me veo?- Mientras me aventuraba a guiñar un ojo y sonreír.

-Igual que siempre- secamente- te dije que hoy era un día ocupado ¡ven ya!

Durante un gran periodo del día, estuve entregando amuletos y respondiendo algunas preguntas sobre el templo y sus alrededores, tanta calma era extraña, pero de alguna forma reconfortante. Rei cómo siempre, alegre, bondadosa y gentil. Parecía que sólo estaba molesta cuando algo se trataba de mí.

Mientras llegaba el atardecer y las personas se marchaban, el abuelo lucía cansado, de manera inocente le propuse retirarse a descansar, asegurándole que yo le ayudaría a su nieta a cerrar y terminar lo que hiciera falta. Con una gran sonrisa el acepto y dándole un beso a la chica en la frente entro al templo.

Cuando me despedía de él, giré para encontrarme con ella, determinada y sería comento

-Puedes irte ahora, agradezco tu ayuda en cuanto pueda te pagaré, gracias.

-¿Pagarme?- Acaso ¿bromeaba?- Lo hice por gusto, por ayudarte, para estar contigo.

-No necesito de tu compañía- Vaya que si me dolió esa aclaración.

-Sí, pero en serio necesito decirte algo Rei… acerca de la pregunta que te hice.

-No recuerdo tal cosa.

En ese momento se voltio y cerro aquel cuarto donde se dieron los amuletos, ni siquiera me miro cuando…

-Muchas gracias por tu ayuda, ya debo irme hasta pronto Minako.

No sabía que había hecho mal, lo único que quería era estar a su lado, quería decirle lo que sentía.

Lentamente en el camino a casa veía el cielo nocturno y pensaba en ella, en nuestros momentos juntas, en todo lo que haría si supiese la verdad. Asimilaba todo y a la vez nada.

Tenía preguntas, quería que fuera perfecto, pero ¿Cómo?

Casi a las 10:00 pm tomé el teléfono y decidida marque aquel número…

-¿Bueno? ¿Qué tal?

*~° Pensamiento de Rei °~*

Pasaron dos años desde ese momento, mis sueños y visiones se encuentran llenos de nieblas, pero ¿Por qué? No importa ya, no significa nada.

¡Puedo evitarla! Puedo pretender que no me interesa, no le hablaré, a menos que deba hacerlo.

Todo me recuerda a ella, viene su presencia con el Sol, con su calor y no se van con la Luna… al contrario, se fortalece cuando nuestro pasado se hace presente.

La olvidaré, lo haré, es lo mejor.



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The
DragonGiirl
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