Una despedida.

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No pude evitar la hora común en mi, "7:20 AM" decía el despertador. El sol entraba por mi ventana igual que todos los días, pero esa mañana no tenía nada de parecido con las demás.

De mi lado izquierdo estaba ella, envuelta en mis sábanas, la chica más hermosa del mundo. Al mirar bien noté como no había almohadas por ningún sitio ¿Tanto alboroto habíamos hecho? Imaginé que si.
Me acerqué delicadamente moviendo sus dorados cabellos para llegar a su mejilla, besarla y hablar en su oído.

- Buenos días.

- Aún no... - Comentó apenas entendible. - 5 minutos más por favor.

- Está bien, prepararé el desayuno.

No me era posible descolgar la sonrisa de mi rostro, me sentía tan plena, feliz, cómo probablemente jamás en mi vida.

Después de vestirme, arreglar un poco la cama y arroparla bien, me dispuse a dirigirme a la cocina.

Curiosamente no sentí la necesidad de abrir el templo ese día, me sentí egoísta para pasar el día entero con Mina a mi lado, esa mañana nos pertenecería a nosotras.

...

Minako nunca se había caracterizado por ser puntual, pero jamás la esperaba tan dormilona; mi vista paso por el reloj en diferentes ocasiones, pero la última me hizo dudar de nuestro maratón nocturno. Había pasado prácticamente una hora más, el desayuno se estaba enfriando, debía despertarla.

De repente escuché una voz detrás mío.

- Buenos días.

- Vaya... ya era ho... - No terminé, ahí estaba, notablemente desnuda cubierta por una sábana delgada y fina, cada trazo de su cuerpo lucía precioso con el sol en rayos.

Casi de inmediato fui consiente de mi boca abierta conforme daba pasos seguros hacia mí.

- No tenía que ponerme, me pareció que el vestido era bastante formal, no puedo encontrar mi sostén ¿Me ayudarías? .

Esa pregunta...

Salió con una sonrisa y tono tan sensual, juro que cuando estamos juntas nos volvemos tan diferentes.

Me acerqué un poco más, asegurando que la punta de su nariz tocaba levemente la mía.

- ¿Porqué vienes así?

Dije mientras mi mano bajaba entre sus piernas, pasado la tela con un tacto veloz, esperando llegar a su intimidad.

- ¿De qué.. ?

Abrió los ojos y la tomé en un apasionado beso.

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La Sala de estar escucho nuevos gritos llenos de esa pasión que enloquecía nuestros sentidos. Era imposible contenerla, no teníamos porqué.

Ese desayuno ya no era tal cosa, recostadas en aquel sofá, no buscábamos dormir, sólo descansar.

Acariciaba su espalda con las yemas de mis dedos, una vaga idea cruzó mi mente y aunque no le hice caso en ese instante, no debí imaginar que no volvería.

- Son las 9:48, debemos comer algo. - Pronunció al levantarse.

- ¿No lo acabas de hacer? - Me atreví a preguntar, siendo este uno de nuestros coqueteos provocadores.

Me miró avergonzada y es que aunque disfrute estar con ella haciendo el amor, siempre la señorita Aino lleva las riendas en cada encuentro.

Me limité a sonreírle y cerrarle un ojo con diversión.

Fuego de Amor 🌙 Sailor Moon Fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora