Fotos y miedo

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Abro los ojos cuando la persona a mi lado se mueve. William me sonríe ligeramente y aprieta el brazo alrededor de mi espalda.

-Buenos días.

Me estiro perezosamente.

-¿Has dormido bien, Habi?

-Mejor que bien ahora que has vuelto.

(Después de una semana de llamadas diarias, Will y Raúl regresaron en un vuelo directo. Enseguida, William vino a recogerme, salimos a cenar a un sitio cercano y pasamos la mayor parte de la noche despiertos.)

Su sonrisa se hace mayor y se inclina para besarme. Yo, como siempre, me pierdo en sus labios.

-¿Tienes algo importante que hacer hoy?

-No, es mi día libre.

-¿Quieres venir conmigo a la sesión fotográfica para la Fashion Week?

-¿Sesión fotográfica?

-Sí, ya te dije que me han elegido como modelo de Hugo Boss y Armani. Tienen que hacerme unas fotos con cada traje que llevaré y también aprovechan para hacer cambios. Es hoy a las doce.

-Entonces iré. ¿Estará también Raúl?

Se frota cansadamente la cara y suspira.

-Seguramente, no dejará pasar una oportunidad de burlarse de mí.

(Raúl y William son más hermanos que amigos. La forma en la que se ríen el uno del otro es única y se preocupan mucho por el otro.)

-Entonces también irá Lori. No estaré aburrido.

William me mira, arquea una ceja y vuelve a inclinarse sobre mí, colocando los codos a cada lado de mi cabeza para apoyar su peso. (La serpiente de su pecho se desliza sobre su piel de bronce.)

-¿Está insinuando que le aburro, señor Spica?

Sonrío perezosamente.

-Para nada, señor Becrux, pero de vez en cuando apreciaría más compañía que la suya.

-Eso me suena a un reto, pero-sus ojos se desvían rápidamente al reloj en la mesita de noche-... tenemos algo de prisa si no queremos llegar tarde.

Un instante después está fuera de la cama y cogiendo sus boxers. Se los pone bajo mi incrédula mirada y estira los brazos sobre la cabeza. (Todos sus músculos se mueven con elegancia.)

-¿En serio no vamos a hacerlo otra vez?

Se acerca con una ligera sonrisa y me besa en la frente con cariño.

-Me preocupo por ti, Habi. Tú siempre serás lo primero para mí, ocurra lo que ocurra.

(Con su última frase mi corazón salta emocionado.)

Vuelve a besarme y sale de la habitación. Yo me dejo caer de nuevo en la cama. (Los novios como él ya no existen, son una especie en peligro de extinción.)

Llegamos al aparcamiento y veo cómo William saluda a la chica de la cámara con una gran sonrisa.

-Sasha.

-Me alegra volver a trabajar contigo, William. ¿No viene Raúl contigo?

-Vendrá enseguida. Te presentaré. Él es mi novio Jacob.

Sasha me estrecha la mano sin perder la sonrisa.

-Un placer. Algún día tendremos que hacer una cita doble. A Miriam le encantará conocerte.

Azul y doradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora