Sociofobia | Yoonmin

Somos libres.

MINNIE

Sus días se habían vuelto una rutina, aunque no la odiaba, se sentía a gusto, sus padres habían vuelto y aunque eso significara volver a tener que vivir con Jeon, quien volvió a casa el día que sus padres también volvieron.

Cada día recibía una dolorosa palabra de este.

"No te dejare ir" "Eres mío ¿sigues sin entenderlo?" "Enserio te amo Minnie" "¿Por qué te alejaste de mí, amor?" Todas las ignoraba, porque sabía que si comenzaba a pelear con él no recibiría nada bueno, por eso iba corriendo al colegio todos los días y cuando estaban en casa no se despegaba de su madre hasta la hora de dormir. No quería más golpes.

Ahora los recesos los pasaba ensayando con Tae, quien se ha convertido en una buena amiga, a pesar de las ocurrencias que decía la joven, a él le agradaba, se estaba acostumbrando que ella siempre corriera de un lado al otro, siempre quería correr, todavía no entendía muy bien sus razones, un día le pregunto y esta lo dijo "El tiempo pasa rápido, cada día más rápido, no estamos en condiciones de perder el tiempo caminando, si tenemos la fuerza en nuestras piernas para correr ¿Por qué no hacerlo?"

También se había acostumbrado un poco a las cartas de Suga, era tranquilizante hablar en cartas era como hablar solo, con la diferencia que luego alguien sabrá lo que hablaste.

Y al abrir el casillero se preguntó si siempre el otro será tan descuidado como para dejar las cartas tan mal.

"Hola Minnie.

Sé que dices que las formalidades son hipocresía y todo eso que hablaste en la anterior carta, pero por esta vez hay una excepción.

¿Sabes por qué?

Porque yo sí quiero saber cómo estás.

Así que, viene la pregunta que más odiamos, pero esta vez te prometo que no tendrás que fingir, puedes decirme lo mal que estas, igual, solo soy un extraño desconocido que te manda cartas cada dos días.

Sin más preámbulo.

Minnie ¿Cómo estás?"

Quiso reírse y lo hizo porque nunca pensó que esa pregunta se pudiera escuchar sincera hasta este momento. Nunca peso que un desconocido sea precisamente la persona que le hiciera ver tanta sinceridad en una pregunta como esa. Y quiso reír por lo irónica que era su vida, un desconocido se preocupaba más por el que las personas que usualmente frecuentaba ¿qué tan triste puede ser eso?

"Ya dejando otra vez las formalidades.

Me alegra que aceptaras mi propuesta, será extraño contar cosas de mi vida a un desconocido, pero yo te estoy pidiendo lo mismo ¿no?

Así que aquí vamos.

Respondiendo a tu primera pregunta.

Suga es un apodo.

Me lo puso mi hermano menor; el pequeño sólo tenía cuatro años y en un programa escucho decir "azúcar" en inglés, la decía todo el tiempo, pero nunca la logro pronunciar bien, así que le ayudé, por muchos días decíamos "sugar" muchas veces, terminó llamándome a mi "Suga" que era como pronunciaba erróneamente la palabra."

De todas las posibilidades que su cerebro había inventado para el significado del apodo Suga, nunca pensó que fuera algo tan lindo.

"¿Café? Nunca lo había pensado.

Una bonita comparación.

No sé qué serías tú, siento que eres de esas personas alegres y eufóricas, llena de ánimo, algo así como "algodón de azúcar".