Sociofobia | Yoonmin

Esperanza.

SUGA

No sabía porque toda esa tranquilidad que había sentido momentáneamente se borró, desapareció como si hubiera sido un engaño.

"Él sabe de las cartas"

¿Quién?

La respuesta era casi obvia.

Jeon.

El único maldito que se interponía entre la felicidad y él, pero ¿Cual era la felicidad a la que se refería? Una respuesta obvia para cualquier pero un misterio sin resolver para él.

Era el receso y por primera vez tenía el afán de ver a una persona, quería ver a Minnie, necesitaba saber si estaba bien, lo necesitaba.

Entonces lo vio y sintió como la sangre subió a su cara, sintió como sus manos se empuñaron y comenzó a respirar pesadamente, no era un ataque, era ira, en su máxima expresión.

Porque después de que el pelirrojo le dejara esa carta no pensó que lo vería de esa manera, su ojo izquierdo y ambas mejillas eran cubiertos por moretones, sus labios estaban reventados y cojeaba.

Su mundo se quebró en dos, mas que cuando su padre lo abandono ignorando el hecho de que seguía con vida. Se quebró porque la persona que lo hacia levantarse con una sonrisa solo por una simple carta, estaba frente a el a solo unos pasos de distancia, buscando ser consolado por alguien.

Su rostro gritaba "ayuda", su sonrisa era solo una mueca, sus ojos no tenían la vida que alcanzo a ver en algunas veces y aunque deseaba ir a sus brazos, sabía que era algo completamente imposible.

Entonces hizo lo que nunca pensó que haría.

Escribió una carta y esperó que nadie estuviera cerca para poder dejarla en el casillero de Jimin.

"Hola Minnie.

Supongo que llego la hora de vernos.

Palgongsan-ro 185 gil 51 (Centro de ayuda psicológica de Daegu)

5:30 p.m.

No te abandonare, menos ahora. No piense que te voy a dejar solo porque él sabe de las cartas.

Sé que no será fácil, pero esto se está saliendo de tus manos Minnie, necesitamos ayuda.

Y sé quién nos puede ayudar.

-S"

MINNIE

No espero recibir esa carta, no pensaba que las cosas saldrían de esa manera, no creía que luego de que ya se había resignado de no conocer en persona a Suga, el mismo se estaba ofreciendo a conocerlo.

Estaba asustado, hoy visitó a Tae en su casa, quien casi sale a pegarle a Jeon por como estaba, ella dijo que tenía que buscar ayuda y el solo pudo asentir, dándole la razón.

Su corazon martillaba sus entrañas, el nudo en su garganta era inevitable de tragar y las incansables ganas de gritar, llorar, o vomitar solo empeoraban sus nervios, el ya sabia como era, lo vio por mera equivocación, por una absurda jugada del destino, pero el saber como era fisicamente no era conocerlo, no era estar cerca de el.

Ahora solo quedaba esperar, porque eran las 5:30 y él ya estaba en las sillas al lado del centro psicológico.

Estaba asustado y más que nada estaba ansioso. Por miles de razones que ahora no entendía muy bien pero que poco a poco iba descubriendo.