Capítulo 2

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-Pero, pero.... ¿Qué hacéis aquí?- Lily se extrañó de que su hermano, poco observador y un tanto despistado se hubiera dado cuenta de que había dos personas además de la directora en la habitación.

Su madre estaba a unos 4 pasos de la única persona a la que ella estaba prestando atención, su famoso padre.

— ¡Lily! ¡James! Qué alegría. Supongo que venís a por esto- respondió la directora moviendo el, en una primera impresión, papel en blanco con movimientos delicados- no tengo problema en devolvértelo James, pero que no se repita lo de la última vez.

Y en un asombroso movimiento, el mapa quedó en la mano derecha del joven.

Pero él, al igual que el resto, no se había movido ni un centímetro.

— Os he preguntado que qué hacéis aquí- replicó el apelado con un tono ahora mucho menos paciente.

Lily permanecía al margen. Detrás de su hermano.

Harry vaciló un instante y miró a la profesora con aire malhumorado.

En esa décima de segundo Ginny miró a su hija con un tanto de tristeza y resentimiento.

— ¡Filch! Qué alegría - el viejo conserje acababa de entrar a la estancia y quedo un tanto confundido dada la inusual situación - Creo que sería preciso llamar a Albus, ¿te importaría? - dijo con un simple gesto al squib.

Él asintió y salió de la habitación.

Los siguientes 5 minutos fueron largos. Lily podía oír con claridad el borboteo del pensadero, los cuchicheos de los retratos, el tic tac del gran reloj de afuera, la respiración entrecortada de su hermano, el latir de su enfurecido corazón, un frenético sudor frío recorriendo sus sonrojadas mejillas... Todo...

En esos 5 minutos percibió cada cosa que rondaba por aquella habitación.

Y por fin, Albus Severus Potter estaba traspasando el umbral de la puerta a lo que creía iba a ser un castigo, cuando nada más levantar la vista se topó con su mirada.

La mirada del niño que sobrevivió.

La mirada que un padre le lanza a un hijo perdido, a un hijo abandonado, la mirada de un padre que en un momento fue hijo.

— Pero, ¿qué ocurre? - dijo Albus un tanto molesto.

— No quiero ser austera, sentaros, vamos a charlar - dijo la directora lo más coloquial que pudo. Pero viendo la reacción de los allí presentes, decidió no presionar.

— HE DICHO QUE QUÉ ES LO QUE PASA- dijo James en un tono mucho más elevado que anteriormente.

— ¡James!- dijo Albus.

— De acuerdo, veo que no estamos para esto- consiguió decir al final la profesora- iré al Snorkal, tenemos un pequeño contratiempo.

— ¿Cómo de grave es ese contratiempo?- dijo James con la voz más imponente que consiguió poner.

— Es bastante grave, James. Lily es genéticamente igual que vuestro padre, posee todas sus habilidades psíquicas ¿Habéis adivinado el problema, verdad?- recitó Mcgonagall.

— Mi conexión con Voldemort - dijo Harry Potter, hubo un escalofrío general.

Y no se sabía muy bien si era dado al significado de esas palabras, o al simple hecho de haber nombrado al-que-no-debe-ser-nombrado.

A esta confesión le siguieron un par de minutos de silencio.

Pero no de un silencio incómodo, sino más de un silencio pensativo, todo el mundo estaba dándole vueltas a la cabeza en busca de alguna explicación. Todos menos Lily. La pelirroja estaba en estado de shock.

Lily Luna Potter y el nuevo comienzo #LumosAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora