Capítulo 4

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¿Alguna vez te has quedado mirando hacia el horizonte?

Ese infinito horizonte, pensando en nada y en todo a la vez.

Lily podía pasar las tardes mirando por la ventana de su habitación. Era la única manera que tenía de dejar su mente en blanco. Era la única manera que tenía de escapar a sus pesadillas. La única manera de escapar a sus miedos. De olvidar todos sus problemas. De pensar que todo iba bien.

Pero hoy era diferente. El sol estaba saliendo, y Lily estaba en el balcón al lado de su cama. Pero por más que lo intentaba, no podía dejar la mente en blanco. Era imposible.

Aunque la niña había intentado pensar en que hoy era un día normal, no podía engañarse. Hoy por la tarde peleará contra Lucius Malfoy en un duelo. En la cabeza de Lily eso sonaba subrrealista.

Su prima había intentado hablar con ella, pero Lily estaba aún más distante que de costumbre.

Terminó de arreglarse y salió por la puerta.

Iba por el pasillo, pero si le hubieran tapado los ojos habría dicho que estaba en medio del bosque a medianoche.
Hacia un frío helador, podías sentir cada mal sentimiento rondando por el aire.

Lily alzó la vista, pero no distinguía los rostros de sus compañeros. La niña no tenía claro si era debido al insomnio y al sueño acumulado, o si era debido a que no quería ver ni sentir nada. Le costaba respirar y sentía una atmósfera de pesadez a su alrededor, que cada vez iba siendo más y más pesada.

Las horas y las clases pasaron como un leve suspiro en la mente de Lily. Ya nada le parecía lo suficientemente importante como para ocupar parte de su cabeza. A sí que no tuvo otro remedio que pasarse todo el día repasando hechizos de protección y ataque para el gran duelo de esta tarde.

 A sí que no tuvo otro remedio que pasarse todo el día repasando hechizos de protección y ataque para el gran duelo de esta tarde

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Lily había ocupado un par de horas de su concurrida tarde en poner las cosas en orden.

Se había planteado abandonar y no presentarse en el duelo, como le había aconsejado Scorpius. Pero fue un pensamiento rápido. Ya que justo después le invadió ira e irritación.

No tenía nada que perder, o al menos eso era lo que ella pensaba. Ya nada podía arrebatarle esa tristeza que la acompañaba a todas partes. A si que aunque perdiera el duelo, las cosas no irían mucho peor.

Se encontraba en el patio central de Hogwarts, cuando su mirada se topó con la de Scorpius. Y como solía pasarle, se congeló y todo lo que ocurría a su alrededor dejó de tomar importancia. En ese instante solo podía fijarse en Scorpius, y él en ella. Vio como poco a poco el chico se iba acercando, tomó una gran bocanada de aire y lo miró fijamente a los ojos.

— ¿Preparada? - dijo Scorpius con una sonrisa y un tono muy diferente al de cualquier otra persona. Aquel tono que paralizaba a Lily.

— Por supuesto.

Lily Luna Potter y el nuevo comienzo #LumosAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora