Se me tensa el cuerpo casi por completo cuando veo como el castaño apoya sus manos en el lavabo. Suelta una sonrisa amarga o más bien una simple mueca. Me dio la sensación de que se enorgullecía por qué lo conociera pero a la vez, no quería que lo hiciese. No lo sé. Es de locos.
—¿Si? ¿De qué? A mí no me suenas de nada. Me acordaría.
Paso por alto el sutil comentario de Tae cuando me apoyo en el marco de la puerta, cruzándome de brazos.
—No sé... de rasgar mis pantalones favoritos hasta dejarlos como si fueran un tanga. —Me llevo unos mechones rebeldes detrás de la oreja y continuo. —De tocarme sutilmente el coño.
—Me gustar- digo... me acordaría.
—Tío. Eres tú. Vamos estoy segurísima. —Y era verdad, estaba más que segura que ese chico lo había visto yo. Aunque llevase la gorra y la máscara, ese lunar en la punta de la nariz era reconocible a la legua.
—Chica, es difícil encontrase como chicos como yo.
—Vale sí, pues está es la ¿segunda? ¿O tercera vez que te veo? Estoy segura de que eres tú. —Doy unos pasos adelantes, cuando el se vira para quedar en frente. —Tú eres el chico serpiente.
—¿El chico serpiente? —Infla sus cachetes cuando curva sus labios en una sonrisa, rasgando sus ojos en una línea muy fina. —Chica, ¿qué clase de nombre es ese?
—Tío, tú máscara de la serpiente. Que a mí no me la cuelas. Que no. —Niego con la cabeza, convenciéndome más aún de que era él. Pero lo que no me cuadra es que no se pone nervioso, ni hace ningún gesto de inquietud como la otra vez. Totalmente sereno. Como si tuviera la situación bajo control. —Eres tú, no se me olvida una cara nunca.
—Normal, a mí tampoco se me olvidaría mi cara.
—Creído. —Murmuro.
—Venga chica, estoy de broma. Me hace gracia que creas conocerme. Y que pienses que yo haya sido quien hizo todo eso que dijiste. Te aseguro que me acordaría si te hubiera tocado el co-
—Taehyung. —Le corto. Suspiro, cerrando y abriendo mis ojos al momento.
—Dime chica.
—Que se que eres tú, no sé cuántas personas te crees que tienen ese lunar en la nariz, cuantas personas tienen esos largos y finos dedos. Y el flequillo. Y por no olvidarnos de tu voz, es inconfundible. Está claro. Eres tú. Deja de negarlo.
—Depende.
—¿Depende? ¿Qué? No te entiendo. —Frunzo el ceño confundida.
—Chica yo seré quien tú quieras. Pero si ese capullo del que me hablas hizo eso prefiero interpretar otra persona.
—Tío, eres imbécil. —Giro sobre mis talones después de soltar un grito de frustración. Estoy harta de que me mientan, oculten cosas, etcétera. Me sobresalta la voz grave que emplea para llamar mi atención, y efectivamente, lo consigue, y vuelvo a virarme hacia él, esta vez un poco más lejos, desde el pasillo.
—Sí.—dice él.
–¿Sí? ¿Sí a qué?
—Después el imbécil soy yo. —Sube su trasero al lavamanos, con la ayuda de sus manos, dejando caer y balancear los pies al aire.—Sí, era yo.
—¿Sí eras tú? ¿Ya está? ¿Así de fácil? —Anclo las cejas en alto, escéptica, sin llegar a creerme del todo lo que entra por mis oídos.
—¿Qué quieres que te diga? ¿Que no? Ya lo sabes. No creo que haya hecho nada malo, es más, al contrario, te he ayudado.
—¿Por qué? —Me acerco a él. Entro al baño y luego cierro la puerta detrás de mí, para que nadie más escuchase la conversación.
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The Truth » Jeon Jungkook ; BTS [Editando]
FanfictionCabezota, tozuda y un poco bocazas, así es Lia. Marne Lia. No es consciente de lo que pueden repercutir sus palabras. Y encajar no está dentro de sus planes. Alérgica a lo normal, a los estereotipos y de vez en cuando -algunas mañanas- a la vida. N...