Always with you. (James Rodríguez)

Helga.

Capitulo 29

Ally(Narra): Algunas lágrimas se escaparon de mis ojos, ver de nuevo a James con una sonrisa en sus labios fue lo más grande e increíblemente maravilloso que hacía saltar mi corazón de alegría.

Cada partido disputado con su nuevo equipo me hace sentir la mujer más feliz del mundo, pues si él es feliz yo también lo sería.

-¡James!-Grité desde el cuatro, pero no obtuve respuesta alguna.

Salí de la habitación y los busqué por todo el departamento, mi corazón se comenzó acelerar pues James no me había dicho que saldría, busqué mi celular en el cuatro, desbloqueo la pantalla y lo primero que veo es una foto de mis dos amores, con una sonrisa marcó su número y lo colocó en altavoz.

Escuchó el sonido de su celular detrás de ¿mí? Me giró y los veo a ambos con una sonrisa cómplice y un hermoso ramo de flores.

-¡Para la mejor mamá del mundo!-Dijo nuestra hija abriendo los brazos, mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas.

Me acerqué a ellos y los abracé, cargué a Salo y besé la mejilla de James-Que hermoso detalle.

-Un hermoso detalle para la mujer en amamos-Dijo James sonriendo.

-Y...y yo lo escogí-dijo feliz haciendo que James y yo riéramos. Tanto el como yo besamos una mejilla de nuestra pequeña. En la mejilla derecha y yo la izquierda.

-Gracias a ambos por este hermoso detalle.-Les dije sonriendo.

-Todo sea por ver sonreír a la reina de casa. Voy a ponerlas en agua, no me extrañen.

James salió del cuarto con el ramo de flores aún en la mano.

-Mami, quiero salir al parque.

-Déjame y cuando venga tu papá le decimos para ir. ¿Te parece?

-Si-grito emocionada.- ¿Vamos por dulce?

Baje a Salo y salimos de la habitación directo a la cocina, camino hasta la encimera y tomó varias galletas con chispas de chocolate.

Abro una para Salo y la otra para mí.

-¿Comiendo sin mí?

-Papi, no-dijo riéndose.

-¿Y por qué no a ver?-Preguntó intentado no reír.

-Después te pones gordito como el tío Mario y andas rodando y después mami no te va a querer-ambas reímos.

-¿Mi propia hija me llamo gordo?-Dijo "ofendido"

-Y luego no te voy a querer-me reí.

Se acercó a Salo y beso su mejilla-Sé que gordo o no siempre me van amar.

-¿Quiénes?-Entrecerré los ojos en forma de juego.

Elevó sus hombros-mi mamá por ejemplo, Nita, y mis aficionadas.

-¡Papi! ¡Mío!

-Todo tuyo amor de mi vida-beso su frente.

-Oye, por cierto.-me miró-Salo, quiere ir al parque.

-¿Ya?

-Si.

-¿Y si nos quedamos mejor comiendo y viendo películas?

-¿Y el parque?

-Podemos ir en la tarde.

-Yo sé que vamos a comer.