¿Por qué yo?

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Terminando las clases él estaba esperándome fuera de mi salón, pero mientras me acercó sigo preguntándome... ¿cómo es que me involucre con alguien como él? Una vez a su lado nos ponemos en marcha y salimos de la escuela a una calle bastante concurrida.

—¿Dónde estamos? —pregunto viendo a mi alrededor, parece una plaza bastante grande en forma de circulo con una gran jardinera en el medio.

—Vamos a jugar —dice él tomándome de la mano y llevándome a unas escaleras. Subiendo se podía ver varios juegos en un espacio bastante amplio —ven a jugar a conmigo —me dice señalándome un juego de pistolas antes de jalarme a él.

Estuvimos jugando cerca de dos horas hasta que se canso de perder, salimos del lugar "porque quería comer helado", lo estaba esperando sentado en la jardinera del centro de la plaza cuando lo veo acercándose con dos helados uno en cada mano.

—Te traje un helado —me dice acercándome uno mientras lame el otro.

—Gracias —tomo el helado, lo miro por un momento hasta que decido hacerle la pregunta que ha rondado mi cabeza en todo el día —¿por qué yo?

Volteo a ver su expresión, perece confundido, se quedó a la mitad de su helado cuando volteo a ver el mío, y en vez de obtener una respuesta, veo como toma mi muñeca para lamer el helado que se escurría por mis dedos.

Me quede en blanco, aparte mi mano dejando caer el helado.

—Ah, que desperdicio —dijo, mirando el helado del suelo.

—¡¿Por qué hiciste eso?! —dije, levantándome y retrocediendo unos pasos.

—Bueno, de haber sabido que lo ibas a tirar... 

—Respóndeme —exijo —¿No crees que cualquiera del curso de héroes quiere ser tu amigo? ¿Por qué yo? ¿Solo para verte aún más fuerte de lo que eres?

—No, yo... solo quería que fueras mi amigo —respondió cabizbajo.

¿Cómo podría creerle? Me parece que somos de mundos completamente diferentes, él tiene un quirk increíble que hace dejar a los demás boquiabiertos, en cambio yo... tengo que hacer algo más que esforzarme para llegar a ser un héroe, yo sé que tengo que llegar más alto que los demás, tango que sobrepasar muchas barreras, barreras que él no conoce.

—No creo que podamos ser amigos —digo, mirando hacia un lado.

—¿Por qué no? —dice con tristeza en su tono.

—Tú tienes un gran quirk y un camino fácil para convertirte en héroe, puede que sea algo fácil para ti, pero yo no corro con la misma suerte... siempre vas a ir un paso delante de mí, y probablemente de muchos, pero yo...

—Aunque tenga el mejor quirk del mundo, quiero ser tu amigo —se puso frente a mí con una mirada inquebrantable —tú también quieres ser un héroe ¿verdad?

Asistí sin dejar de mirarlo, tomo mi mano, está todavía tenía un poco de helado, aun así la apretó un poco.

—Entonces ya tenemos algo en común —dijo con una sonrisa.

Puede que sea cierto, quiero creer que no importa en qué escuela vayamos, en que curso o la singularidad que tengamos, quiero creer que podemos ser amigos, al menos eso pensaba... Hasta que llevo mi mano hasta su boca para lamer el resto de helado.

—¡Deja de hacer eso! —exigí, librándome de su agarre.

—Pero...

Me di la vuelta y comencé a caminar, ¿por qué hace cosas tan vergonzosas? Ahora veo porque no tiene amigos, si me lamieran la mano unos días después de conocer a alguien es obvio que te tomarían como loco, o como pervertido.

Me detuvo abrazándome por la espalda, era alto así que si volteaba podía ver su cara perfectamente, por eso preferí no hacerlo.

—No te vayas—susurra.

—Yo no sé ni tu nombre y tú ya me estas lamiendo la mano, estás loco—reclame, avergonzado.

—Tienes razón, perdóname —dijo, apretándome más.

—Está bien, pero ya suéltame —estaba muy avergonzado, había muchas personas viéndonos.

Me soltó y me gire retrocediendo unos pasos, estaba muy cerca, ¿cómo es que es tan alto? Y tan sonriente como ahora...

—Bueno, empecemos, mi nombre es Yagi, así puedes llamarme desde ahora y me gustan las cosas dulces, no me gusta el picante...

Comenzó a decirme sus gustos en comida, parecía que todo lo que sabía decir eran platillos o algo relacionado con comida, aun así, no lo interrumpí, dejé que me dijera todo lo que tenía que decirme, hasta que se presentó mi oportunidad para hablar.

—¿No te molesta llamar por su nombre a alguien que acabas de conocer? —dije una vez que regresamos a sentarnos.

—Sí, pero... Tú me inspiras confianza.

Yo le inspiro confianza... no puedo dejar de preguntarme el por qué, yo no le inspiro confianza ni a mi madre.

—¿Te inspiro confianza por qué me viste semidesnudo el día que nos conocimos?

—N-no.

Su tartamudeo me hizo voltear a verlo, estaba cubriendo su boca con su mano, sonrojado hasta las orejas, ¿recordarme así lo hizo sonrojarse? Ahora estaba sonrojado yo también, es un tonto. Solté un largo suspiro y volteé a el lado contrario a él.

—Bueno, eso ya no importa —dije para intentar relajar el ambiente.

Después de eso seguimos hablando un rato y sin darme cuenta ya había anochecido.

—¿Quieres que te acompañe a tu casa? —dijo, mientras salíamos del lugar.

—Estoy bien... nos vemos mañana.

—¡Nos vemos mañana! —respondió con una sonrisa.

Luz y oscuridad [All Might x Eraserhead]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora