Muerte en vida

1.1K 142 5
                                    

Estuve entrenando con Shimura-san hasta tarde, en realidad ella solo me atacaba y yo la esquivaba, todo parecía fácil, pero siempre que me distraía, por cada golpe que recibía Yagi, yo terminaba con un golpe en mi cuerpo, mas específicamente en el estómago.

Parecía que la tortura terminaba cuando el sol comenzaba a ocultarse y me alivie mucho cuando me di cuenta, me quede sentado en la arena mientras las otras tres persona conmigo comenzaron a hablar, se veía que estaban hablando de algo bastante serio, por eso mismo pensé que era algo en lo que yo  no debía meterme.

Shimura-san se acerco a mi —espero que sigas entrenando conmigo —me dijo antes de sonreírme e irse con El gran Torino.

Yagi vino hasta mi para recogerme, tomo mis manos para alzarlas y sin soltarlas me sonrió —vámonos a casa —me dijo, antes de comenzar a jalarme.

Yo solo puede asistir y caminar a su lado,  no tarde mucho en sentir que mi cuerpo era cada vez más pesado, cada paso que dada comenzaba a tomar más energía de mi, cada vez me apoyaba más en Yagi, y él parecía como si nada, seguía caminando y sosteniendo mi mano.

—Mi sensei hablo conmigo, ella me dijo que eras un buen chico... —lo escuche decir, pero no quería ni tenía ganas de responder —yo quería que la conocieras antes de contarte mi secreto.

¿Secreto? ¿Yagi guarda algún secreto?

—Yo nací sin una peculiaridad... —me dijo, con una sonrisa en su rostro, pero mirando al frente.

—¿Qué? —le pregunte con un tono sorprendido, y lo mire.

—El poder que tengo ahora es heredado, mi maestra me lo heredo, pero yo crecí sin una poder o sin tener algo extraordinario como lo tienes tú —Yagi me miraba mientras me explicaba.

Su mirada era triste, jamás lo había visto así, yo también lo miraba a él, ya casi no había luz del día y la calle donde nos encontrábamos era iluminada por faros.

—¿Eso es posible? —pregunte, pero no podía moverme, parecía que si lo hacia, no podríamos seguir hablando.

—Si, ella me hizo prometer que no se lo diría a nadie, pero quería que tu lo supieras...

Mi infancia no fue especial, a nadie parecía importarle mi peculiaridad, todos se enfocaban en los que resaltaban más, en los que podían crear o emerger cosas de su cuerpo, pero yo como todos esos niños populares, quería ser un héroe, fue difícil escuchar a todos los que me decían que no lo lograría, que yo no era lo suficiente, pero no me imagino lo que tuvo que pasar Yagi al no tener siquiera una esperanza...

—¿Shouta-kun? —Yagi me miro y llamo mi atención.

Me sentía culpable por haberlo juzgado todo este tiempo, quisiera poder saber lo que paso con él, pero no puedo pedirle algo así, ahora lo que más quiero es acercarme a él.

Después de mirarlo y pensarlo, decido abrazarlo, me acomode en su pecho, por su altura no podía ver su mirada, pero estaba bien, correspondió mi abrazo como lo esperaba.

—Gracias por decírmelo —no lo quería soltar, pero era conciente que ya era muy tarde.

—Gracias a tí, por estar aquí conmigo —me dijo, dando un suspiro.

Cuando nos separamos cada quien se fue por su lado, en el resto de camino a mi casa, pensé en lo mucho que espero de él, siempre espero que este conmigo o que no me rechace como lo ha hecho hasta ahora, no entiendo como puede tener tanta paciencia conmigo, cuando lo único que he hecho yo es dudar de él y de mi mismo...

Quiero ser diferente, quiero que me cuente más sobre él... Quiero a Yagi, y ahora solo hay una persona que puede ayudarme con todo esto, la única que concidero cercana a mi.

Llegue a mi casa, inesperadamente mi madre me estaba esperando para cenar, algo inusual, pero jamás he ido contra ella, después de cenar y fingir que no me dolía nada hasta llegar a mi habitación, solo puede recostarme y mandar un mensaje por el móvil antes de quedar inconsciente.

~❤~

Sé que esto es corto, pero actualizaré pronto ;)

Luz y oscuridad [All Might x Eraserhead]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora