Otro de los asuntos que ocupaba mi mente, era el caso de Warren. Me mostró que estaba de mi lado al haberme ayudado, pero ¿podría confiar en él? No sé, fácilmente podría ponerse en contacto con James y entregarme. Realmente no sabía qué pensar de mi tío.
Di la media vuelta y topé con Iván. Él estaba mirándome desde quién sabe cuánto tiempo y noté que se sorprendió que lo haya descubierto. No me apetecía hablar con él ahora y creo que por mucho tiempo lo evitaría.
—Luna —dijo mi nombre suavemente, clavó los ojos en el piso.
No le hice caso, simplemente pasé de largo.
—Te perdono —expresó.
Me detuve en seco, giré sobre mis talones y a una rapidez increíble estaba frente a él.
—¿Cómo? —interrogué, escéptica.
—Quiero pedirte perdón por todo lo que te hice —dijo Iván sin atreverse a mirarme.
Estaba con la boca abierta, procesando sus palabras. No era fácil perdonar que él... me mató. Pedirme perdón era como un: ¡Ah! Descubrí que mi novia la traidora está viva y por eso vengo a decirte que siento mucho haberte matado, lástima que ahora estás tres metros bajo tierra, pero sé que donde quiera que se haya ido tu alma me escuchas.
Todo me lo imaginé en un cementerio y a él arrodillado con un ramo de flores sobre una tumba con una lápida que tenía mi nombre.
Tomé una gran bocanada de aire mientras pensaba en las palabras adecuadas para responderle.
—Vete al infierno —le contesté y me fui.
No sé si Iván pensaba que yo lo perdonaría fácilmente o qué rayos le pasaba en la cabeza, pero no iba a perdonarlo.
Vi a Samuel que estaba en la proa, mirando hacia el frente, decidí a ir a hacerle compañía. Así me quitaría la amargura que Iván me provocó.
—¿Qué? ¿Vas a gritar que eres el rey del mundo? —le dije en tonó irónico.
Le arranqué una sonrisa.
—Necesitaría a una Rose a mi lado para hacerlo —respondió, bajó para quedar a mi lado—. ¿Cómo estás?
—Bien —repuse con desgano—. Todo esto ha sido un lío. No entiendo muchas cosas.
—Creo que nadie las entiende —apoyó Samuel—. Tú papá nos contactó de inmediato para avisarnos de tu secuestro, pero sin querer nos metimos en una guerrilla que nos retuvo en África más de lo pensado. Fui herido de muerte, y pensé que ese frasquito que apareció de la nada contenía una poción para ayudarme a no morir tan rápido —extrajo el dije que contenía el poder de Gryden, sólo que estaba vacío—. Me lo bebí.
Parpadeé, no sé si eso era bueno o malo. Supongo que no era tan malo porque Samuel seguía vivo.
—Eso explica tu gran poder que mostraste cuando enfrentamos a Therion —le hice ver.
Samuel asintió.
—Recuperé toda mi magia y más —Samuel se puso serio, me tomó de las manos y pude sentir que le temblaban—. Algo que no me agrada y no lo quiero.
—¿Tan malo es? —le pregunté.
—Es grandioso —sonrió con amargura—. Pero no es para mí.
—Seguro Ethan sabe sobre esto. Sólo necesitamos a que vuelva a ser humano —ver a Samuel tan preocupado me alarmó. También podía sentir ese gran poder y era abrumador.
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Luna Blackwood: Una Bruja Indomable
FantasiLIBRO II. Luna ha sido atrapada por Therion, un viejo conocido de Ethan. Ella se siente devastada por la pérdida de su guardián y amigos, pero a pesar de sus circunstancias, no ha perdido su carácter fuerte y aunque pareciera que todo su mundo se h...