POR PRIMERA VEZ EN AÑOS

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(Vale)

-Ya, ya, ése imbécil no te volverá a hacer más daño. De éso me encargo yo...- tomó mi cara con sus manos y la acercó lentamente a la suya.

Abrí mis ojos enormemente por la repentina acción, estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración.
Podía sentir mi corazón al borde de explotar, mi cara estaba tan roja como una manzana y lo único que se me ocurrió fue poner mis manos sobre las suyas.

Acercó todavía más nuestros rostros, estabamos a escazos milímetros, nuestros labios casi se rosaban...

De pronto sonó el timbre, una, dos, tres veces. Fue tan repentino que nos quedamos congelados donde estábamos.
Como no respondimos, la persona que estaba fuera siguió tocando, pero ésta vez le daba golpes a la puerta, eran tan fuertes que podía oír el eco en las habitaciones.

A mi cabeza sólo pudo venir un pensamiento:

*No es él ¿verdad? Es imposible, de seguro sólo son imaginaciones mías, no podría...*

Me interrumpió Leo que había ido a ver por la mirilla de la puerta.

-Es un chico, parece que está borracho, también está molesto.-

*Oh no...*

-Déjame ver- me acerqué sigilosamente a la mirilla de la puerta y entonces me petrifiqué.

Sentí un profundo escalofrío recorrerme la espalda, mis manos temblaban.

-Vale ¿lo conoces?- susurró Leo en mi oído.

-Es él... es mi ex- le dije también susurrando.

Él supo de inmediato que no podía verlo, sabía que me desmoronaría, que mi corazón se rompería más, que mi mundo colapsaría.

-Sígueme- me tomó de la mano y me llevó a su habitación.

-Siéntate en la cama, ponle seguro a la puerta y no abras, pase lo que pase, guarda silencio y NO abras- asentí con la mano en mi boca.

Leo se disponía a salir a abrir la puerta, lo detuve agarrando su mano y dije:

-Por favor ten cuidado... y gracias- le dí una mirada de infinito agradecimiento.

Tomó la mano con la que me aferraba a él y la acarició brevemente.

-No te preocupes, volveré pronto- acarició mi cabeza.

Después salió de la habitación y yo me quedé sola, sentada en la cama, esperando que nada malo pasara.
Si él tenía problemas por mi culpa, nunca me lo perdonaría.

~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~

(Leo)

Caminé sin miedo hasta la puerta.

*Ése maldito es el que la hace llorar, no se lo permitiré más, hasta aquí llegó.*

Respiré profundamente al mismo tiempo que abrí la puerta.

Era un chico un poco más bajo que yo, ligeramente.
Tenía la cara sucia al igual que la ropa, un pequeño río de sangre le salía por detrás de la oreja.

Me miró con desagrado y después miró dentro de mi casa.

*La está buscando, éso es seguro.*

-¿Qué se le ofrece?- le pregunté.

-¿Dónde está Vale? ¿dónde la escondes?-.

-Perdón, siento decepcionarlo pero aquí sólo vivo yo. No conozco a nadie que se llame así. Acabo de mudarme.- él seguía buscando cuidadosamente con la mirada, yo sólo intentaba bloquear su vista con mis hombros. Tal vez así se iría.

CUANDO TERMINA EL PRIMER AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora