ITZEL
–¿Cómo te ha ido por haya?–. Me pregunta Austin. –Bien gracias y a ti–. Muy bien. Estamos afuera de mi casa ya que había mucho ruido adentro y quería platicar con el, hemos tenido algo nosotros dos pero no lo hicimos oficial ya que yo me iba a ir a Tokio y Austin no lo aceptaba, no quería tener una relación a distancia.Después de estar casi toda la fiesta platicando recordando los momentos que pasamos juntos, los momentos donde éramos felices y no lo sabíamos, en todo este tiempo me he dado cuenta que lo extraño muchísimo y desgraciadamente no tenía el valor de decírselo, pero quería gritarle que lo necesito y que me hace falta.
–¿Quieres regresar a la fiesta?–. –Regresemos–. Me contesta sonriéndome, su sonrisa es perfecta. –Austin yo...–. Digo tomándole la mano –Espera–. Me interrumpe acercándose a mi, –Tienes algo en tu cachete–. Me dice acariciandome el cachete quitándome no sé qué cosa.
Después poco a poco iba quitando su sonrisa de su cara y acercándose más a mi. –Ya, no tienes nada–. Me susurra –Graci...–. No me dejo terminar la palabra porque sus labios ya estaban rosando con los míos, extrañaba sus labios yo le seguí besando nuestro beso elevó.
–Ven–. Dice Austin separándose de mí entrando a la fiesta después me llevo a mi cuarto el ya sabía donde estaba, cierra la puerta y me tomo de mi cabello basándome después me tomo de la cintura y me pego a la suya sentía su cuerpo en el mío.
El me desabrochó lentamente mi vestido quedando en ropa interior después me acostó en mi cama y se quitó la camisa que traía se acercó a mi y yo acaricié su sexy abdomen, comenzamos a besarnos y el beso fue aumentando cada vez más, sentía su ereccion crecer cada vez más.
El acarició mi espalda y llegó hasta mi bra desprendiendo los ganchos dejando desnudó mis pechos, el comenzó a besarlos yo gemí de placer, sentir sus labios tocar todo mi cuerpo me hacía querer desearlo más, el alzo su cabeza hasta llegar a mi oído.
–Tienes un condón–. Me pregunta Austin entre el beso yo asentí y estiré mi brazo a mi mueble que estaba alado siguiéndolo besando yo sé lo di se quito el cinto que traía desabrochándose su pantalón, poniéndose inmediatamente el condón el me besaba yo muerdo su labio y tomo su cabello enredando mis dedos en su cabello.
Se despeinó un poco sus dedos deslizan toda mi piel hasta llegar a mi braga bajándola lentamente sus dedos deslizan mi zona íntima –Au...stin–. Digo su nombre en susurro él toma mis dos manos y me besa penetrandome lentamente, sus movimientos son circulares mi mano pasa a su espalda aruñandola un poco.
El toma una de mis cenos comenzando a masajearlas, mi mano se desliza a su nalga y la aprieta el me muerde mi labio, después de hacer algunas embestida mi cuerpo no puede soportar tan excitacion y me vengó él sonríe y me toma de mano apretándola viniendose el también, su labio se pasan abajo de los míos inclinando un poco su cabeza para tranquilizar nuestras respiraciones, pasándose alado me di.
Estamos los dos acostados yo lo estoy abrazando él está mirando el techo. –Yo...te extrañe–. Le digo tímidamente. El me regresa a ver sonriéndome –Yo igual lo hice–. –Después de esto que pasará–. Susurro. –Itzel, se que estás muy lejos pero siempre serás la mujer de mis sueños, se que esto va a estar difícil pero...–. Dice quedándose callado yo lo miro para esperar que continúe. –Pero ¿Quieres ser mi novia?–. Termina de decir y mira al techo yo lo estoy viendo muy sorprendida quería gritar, reír, llorar, –Austin yo... quiero ser tu novia–. Le digo rápido, el me regresa a ver acomodándome mi cabello detrás de mi oreja y besándome.
–Gracias Itzel–. Me dice entre nuestro beso.
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Golpes inesperados
RomantizmEl chico sexy e inteligente que vive en tu casa por culpa de tu mamá podría parecer cosa del destino sin embargo será muy tentativo tenerlo a lado de tu cuarto, y cerca en la escuela.