El Ultimo Harlem Hellfighter

Capítulo#23: Amance.

Cuando ya habíamos llegado a la cruz roja nos dispusimos a buscar a Anael, preguntamos por todas partes, pero fue muy difícil encontrarlo por la cantidad de soldados heridos.

Le pregunto a una enfermera:

Hola!, Usted puede llevarnos a dónde está Anael.... Eh. Cuál es el apellido de Anael?

Jhon: Creo que era Wagner, ¡si es ese!.

Enfermera: sí claro!, Síganme, yo los llevaré.

Íbamos por los pasillos de la tienda de campaña, el olor era un poco insoportable por las heridas abiertas, las infecciones y por supuesto el olor humano.

Cuando por fin llegamos por los pasillos, todos fuimos a saludarlo, por supuesto con cuidado ya que las heridas eran muy profundas.

Jhon: Anael!!, Como has estado.

Anael: muy bien, no me duele mucho, solo fueron unas .45

Steve: tienes mucha suerte, además el frente está muy feroz últimamente.

Cierto, pero al menos las hostilidades han cesado, solo nos disparan artillería pesada.

Anael: y que pasó con Curtis?, No me digas que murió porfavor.

No, solo se quedo para proteger nuestras líneas de trincheras con los demás soldados.

Me aleje un poco de la camilla.

Enfermera, dígame el estado real de Anael.

Enfermera: la verdad es que está muy bien, yo creo que en dos meses ya está devuelto al frente. Mike Winchester?

Si, y por qué sabes mi nombre?

Enfermera: te tengo en la lista de heridos en batalla, un proyectil en la pierna eh?

Sí, pero no fue para mayores.

Enfermera: eres muy valiente, no?

Sí pero, como te llamas?

Enfermera: yo me llamo Amance.

Eres francesa?

Amance: si ah, y, como es allá?, Ya sabes, el frente.

Mmmm, es muy difícil de explicar, te lo resumiré.
En el frente tenemos trincheras, zanjas enormes al y con 2 metros de profundidad, los dos bandos nos disparamos artillería para contener y acosarnos.

Nos quedamos un buen rato hablando, ella me habló de su familia, también me pregunta que pasamos todos lo días en el frente, también le hablé de mi familia, ella es muy interesante.

Jhon: ya nos vamos!!!.

Amance!, Ojalá nos volvamos a ver, te deseo suerte.

Amance: tu también, que tengas suerte.

Más tarde ya en las posiciones, nos dedicamos a limpiar nuestros fusiles y otras tareas de las trincheras.