Tú, que eres como el fuego, que quemas todo a tu paso, dejando un camino de cenizas y sin ni siquiera darte cuenta. Tú, que eres cálido con los amados y fuego abrasador con los odiados. Aun sin querer hacer daño, lo haces, siempre quemarás aunque al principio sea agradable estar cerca tuya.
Buscabas amor, apasionado y alocado, soñabas levantarte con alguien al lado, soñabas poder formar parte de algo o alguien, ya que nunca tuviste a nadie.
Vagando solo, cabizbajo, caminando a paso lento, y solo con un movimiento la viste. Ella, tan hermosa, tan espléndida y frágil. Ella y solo ella, hacía que volvieras a sonreír, te enamoraste a simple vista. Ella sin embargo se asustó al principio, sabia quien eras, como eras y lo que podías hacer. Fuiste cuidadoso, la protegiste, la cuidaste e hiciste todo lo que pudiste por ella. Finalmente, aquel amor fue mutuo, aun ella sabiendo que podría salir dañada. Tú le ofrecias protección, calidez, pasión y locura, ella a ti paz, serenidad, sabiduría y coherencia. La amaste tanto que a lo mejor fue demasiado. La quemaste, la abrasaste, la mataste. Intentaste salvarla de tus propias llamas, y solo viste como su pequeño cuerpo se convertía en cenizas entre tus brazos. Duró poco aquel sueño que parecía realidad, duró poco aquella ilusión a la que llamabas amor.
Sumergido en tu furia, en tu tristeza y en tu arrepentimiento, decidiste retar al viento, ya era hora de volar como él. En la roca más alta subió y allí dejó que el viento lo hiciera volar. Por desgracia lo único que consiguió fue dejar de existir. Ya no haría daño a nadie más.
ESTÁS LEYENDO
Mini Historias Y Poemas
RandomAqui encontrarás un conjuntos de one-shots y pequeños poemas, cada uno con diferentes protagonitas, diferentes situaciones y problemas, diferentes sentimientos, diferentes mundos... Descúbrelos y diviértete leyendolos.