Mini Historias Y Poemas

Tímido

- ¡Hola!- Dijo alegre. Le miré desde mi sitio y no pude evitar aguantar la respiración por unos segundos.

- Hola.- Contesté apartando la mirada. Apesar de ser tan amable me intimidaba.

- ¿Qué tal?- Pregunta sentándose a mi lado. Tragué saliva nervioso. No era la primera vez que su mano rozaba con la mía accidentalmente, tampoco era la primera vez que hablábamos, sin embargo siempre reaccionaba igual.

- Bien.- Sonrió mostrando su hermosa sonrisa, la cual a veces me hacía hiperventilar o que mis mejillas se sonrojaran.

- Me alegro.- Contestó- ¿Sabes? Mañana hay un evento cerca del campanario, ¿te gustaría ir?

- ¿Contigo?- Pregunté sorprendido. Esperaba que mis mejillas no estuvieran rojas como dos tomates cherry. Al escuchar esas lo que me dijo lo único que salió de mis labios fue eso, y no me si cuenta de que su sonrisa desapareció para dar lugar a una expresión que en ella no se solía ver, no se veía molesta ni enfadada, tal vez solo apenada.

- Si... ¿Entonces no quieres ir?

- No, no, no dije eso- Dije rápidamente moviendo mis manos quitándole importancia. Ella levantó una ceja cuestionando mi indecisión. Parecia que le hacía gracia y eso en parte era bueno ya que se reía conmigo, la mala es que seguramente esté haciendo un poco el ridículo.

- ¿Entonces?- Sonrió de lado. Mis ojos se desviaron a sus labios sin previo aviso y sin cautela alguna. Se dio cuenta, lo sé.

- Si iré, me encantaría.- Dije al fin. Su expresión volviò a cambiar mostrando una sonrisa de satisfacción. Sonreí tímido.

- Bien, nos vemos allí a las seis, termina a las once y media pero seguro que se alarga hasta las doce o una, ¿te viene bien?- Asentí rápidamente.- Genial.- Se levantó y besó mi mejilla- Nos vemos allí, no faltes, hasta luego.- Se dio media vuelta y empezó a caminar. Entonces reaccioné.

- ¿Es una cita?- Pregunté un poco alto por la distancia que nos dividía. Se dio la vuelta tras escucharme.

- ¡Si quieres que sea una cita, entonces eso será!

Y no pude evitar sonreir