📼Cinta nueve📼

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Casi no habla, me fijaba más en el exterior, en las personas, en las voces, o incluso las miradas.

Era más observador, cosa que no me gustaba para nada de mí.

Esta cinta destacará un poco de las demás por ser algo que me llevó a sentirme poca cosa por tanta humillación de todos.

No podré olvidar esto ni las otras cosas horribles que me han hecho o dicho, en realidad yo nunca puedo olvidar, aunque se trate de algo
bueno o malo.

Creí que la gente se había aburrido de mi "sufrimiento ridículo" o de mi propia persona, no sé, creí que ya habían tenido suficiente, pero creo que nunca resultó lo que yo había creído.

Creo que tendrían suficiente cuando yo tome la iniciativa de irme de este mundo, cuando deje de existir.

Pueden creer que lo que diré involucra a una de mis personas que creí mejor amiga?

Esta cinta es para ti, Mariano.

Era un día nublado, con pocos rayos de luz en el cielo, tomé una mínima iniciativa de salir a tomar aire después de mucho tiempo encerrado en mi cuarto.

Eran al rededor de las tres de la tarde cuando iba caminando cerca de un parque solitario, ninguna persona estaba en ese lugar por el clima que pronto caería a una temperatura más fría.

Sentí gotas muy escasas caer en mi frente, aún recuerdo el ambiente tan calmado cuando ocurrió.

Un carro negro se estacionó a un lado mío, de reojo pude ver que eran de nuevo los populares insensatos.

Salieron todos, eran al rededor de cuatro chicos, pero lo que más me impresionó eran dos cosas.

Una; Alejo, el "mejor" de todos no estaba.

Dos: De los cuatro que salieron, solo una persona quedó adentro de el coche, y esa persona era Micaela.

Retrocedi un poco pero uno de los cuatro me tomó de el hombro con tanta fuerza que no evité quejarme
de dolor.

Exactamente fue Mariano, un chico con mirada egocéntrica y malvada, y sin mi aviso y con las risas ensordecedoras me subieron al auto con agresividad, sin importar que uno de mis brazos chocaran en el marco de la puerta, quise detenerlos de lo que sea que iban a hacerme, pero terminaron por golpear mi estómago.

Llegamos a un lugar raro, una casa, algo parecido, me sacaron de el auto entre dos para que no pudiese hacer nada para escapar.

Mariano volvió a tomarme bruscamente tirandome al suelo, no entendía nada ni quería hacerlo, pero algo me decía que me querían humillar.

Todo fue muy rápido, uno de los chicos comenzó a grabar lo que estaban por hacerme.

Dos de ellos me acercaron a Mariano pero incado, raspando mis rodillas con dolor, mientras Micaela tenía una expresión de dolor, como si no quisiera ver lo que ocurría.

Mariano: Miren a este pedazo de basura maricon, que creen que pasará? Este chupa penes quiere un poco de mi.

Los cuatro chicos comenzaron a reírse de una manera incontrolable, me rompí en llanto lo que causó más diversión para todos, a excepción de Micaela y yo.

Mariano me avergonzó, tomó mi cabeza y la acerco a su miembro tan descaradamente y con ganas de romperme sentimentalmente, moví mi cabeza con desesperación, hasta que recibí otro golpe.

Mariano: No que eras maricon? Ahora te resignaste?

Lloré mucho, mis labios dolían de tanto morderlos por el dolor, mis brazos comenzaron a temblar sosteniendo mi cuerpo tirado en el suelo, por último miré a Micaela con sus ojos fijos en los míos.

"Lo siento" me dijo con la mirada de arrepentimiento, sabía que por su culpa y la de ellos esto estaba pasando.

El chico grabó a Micaela y Mariano se acercó a ella felicitándola.

Mariano:  Sin ti nada de esta diversión sería posible, gracias débil.

Todos se fueron, menos Micaela, la miré a los ojos.

Tomás: Por qué lo habías dicho?

Murmuré muy dolido, no respondió mi pregunta solo se fue corriendo al borde de llorar a mares.

Regresé a casa adolorido, mis rodillas habían sangrado un poco, mi estómago dolía por los golpes, mi rostro se sentía asqueado por casi tener el miembro de el idiota de mariano en mi rostro, todo en mí se sentía inútil, sucio, débil, poca cosa.

Llegué a casa, por suerte nadie estaba dentro para observar el desastre en el que estaba hecho.

Abrí la regadera en agua fría para quitarme la suciedad que me comía por dentro, talle todo mi rostro dejándolo rojo, grité mil groserías a la nada mientras el agua fría congelaba mis extremidades.

Solo me quedaba soportar, sólo eso, no quería explicaciones de aquellos idiotas de algo que sé el por qué lo hicieron, ya me bastaba lo que me habían hecho.

Mariano, no crees que era demasiado llegar a eso?

Mariano, no crees que era demasiado llegar a eso?

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Me costó un poco escribir este capítulo por qué era demasiado cruel (hasta a mí me dió cosa) y por que me había quedado sin ideas para este capítulo:(

No sé preocupen, terminaré esta historia pronto! ❤️❤️❤️

Les sigue gustando? Les rompí el corazón con este capítulo?

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Las 13 razones de Tomás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora