Coincidencia. PAUSADA [Wayhaught]

6

Volví a mirar el reloj que colgaba en la pared, por décima vez, pero la hora parecía no moverse. 20.45. 

Esta noche por fin tendríamos nuestra primer cita oficial, Nicole esperó un par de semanas para tomar coraje e invitarme a salir las dos, en una cita. Dijo que pasaría a las 21 horas por mi, para llevarme a la esperada "fiesta de la comida", que se hacía una vez al año en Purgatory como también en muchos pueblos y ciudades del mundo. 

La fiesta de la comida es tan popular porque cocineros de todos los países se reunen para llevar sus comidas típicas alrededor del mundo para que las personas vayan a probarlas.

Me levanté de la cama y volví a pararme frente al espejo, jean negros negros, camisa blanca y chaqueta de jean. Una trenza cosida en mi cabello, makeup, perfume, botas bien atadas... todo estaba en orden. 

-Waverly deja de mirarte al espejo, estás bien así. - Wynonna estaba apoyada en el marco de la puerta de mi habitación, comiendo a cucharadas helado dentro de un pote.

-Es que... es nuestra primera cita. - Le dije nerviosa, acomodando mi camisa.

-No es como si no se hubiesen visto nunca. - Se acercó a mi, con una mirada tierna. -Aquella chica pensará que estás hermosa aunque estes pelada y sin cejas, llena de estiercol de vaca encima. Le gustas demasiado, se le nota a la distancia.

Yo simplemente la abracé, porque sus palabras calmaron bastante mis nervios. Era sólo una cita, nada raro. Ya nos habíamos visto mil veces antes.

Fuera, se escuchó que un coche frenaba. A los segundos mi celular comenzó a sonar. Por fin Nicole había llegado.

Salí corriendo no sin antes darle un beso a mi hermana en su mejilla, quien rapidamente se limpió con asco.

-Cuidate pequeña- Gritó una vez que yo estaba bajando las escaleras.

Tomé mi pequeño bolso que estaba tirado sobre el pequeño sofá individual, las llaves y salí. 

Un auto color negro estaba estacionado y dentro aquella chica que me había quitado el sueño.

-Hola linda. - Me dijo mirandome con una sonrisa de oreja a oreja, una vez que me senté a su lado. - ¿Vamos?

Asentí sonriendo, mariposas molestaban en mi estómago pero traté de no prestarle atención. En cuanto me senté en el auto, su perfume entró por mi nariz y algo en mí se encendió.

-Pensé que no tenías auto. - Le dije admirando lo lindo que estaba por dentro.

-Oh, no es mío. Mi amigo Xabier me lo ha prestado para la cita. Pero pronto tendré uno.. sigo ahorrando. - Levantó los hombros sin preocupación alguna.

No dijimos nada más en todo el camino hasta aquella feria, pero no parabamos de sonreírnos mutuamente. Una vez que estabamos ahí, nos bajamos y Nicole me tomó por los hombros, dandome un tierno beso en la mejilla en modo de sonrisa.

-Siempre es lindo verte, cielo. - Dijo en mi oído. - Espero que me hayas hecho caso y no hayas consumido nada en todo el día, porque hoy vamos a comer hasta que nuestras arterias se tapen.

-Cielo... - Dije yo, imitando lo que ella me había dicho. Una simple palabra, pero que a mi me había dejado feliz. ¿Por qué eres tan idiota, Waverly? 

-Oh, ¿No te gusta que te digan así? - Preguntó preocupada, sacando dinero de su cartera para pagar la entrada de ambas en el lugar. 

-No, no es eso. Es que fue tierno escucharte decirmelo.

Ella se sonrojó un poco y acomodo su cabello suelto detrás de su oreja. Cuando entramos, tomé su brazo para tenerla cerca.

-¿Y bien? Cuentame de tu día laborar.